El cáncer es una patología que puede afectar a cualquier perro. Sin embargo, se ha demostrado que ciertas razas caninas corren un mayor riesgo de padecer esta dolencia. Tener conocimiento de ello puede ayudar a los dueños a controlar mejor la salud de sus mascotas, tomar medidas necesarias para prevenir el desarrollo de esta enfermedad o detectar sus síntomas de forma temprana para combatirla con éxito.
Según los ensayos clínicos realizados por veterinarios estadounidenses, las razas de perros más propensas a desarrollar tumores malignos en general son el caniche, rottweiler, cócker spaniel, dóberman, boyero de Berna, golden retriever y bóxer alemán. A su vez, los perros con menor riesgo de padecer esta patología son el terrier blanco del altiplano, el jack russell terrier y el gran danés.
Según diferentes encuestas norteamericanas, alrededor de un 50 % de los canes mueren a causa de algún tipo tipo de tumor maligno. Eso sí, independientemente de la raza del perro, el riesgo de desarrollar un cáncer aumenta con la edad, sobre todo a partir del décimo año de vida del animal.
Tipos de cáncer según la raza
Recientes estudios clínicos también han demostrado que existe una relación directa entre determinadas razas de perros y ciertos tipos de cáncer. Por ejemplo, los golden retrievers, pastores alemanes, bóxers y labradores retrievers suelen presentar una mayor incidencia en hemangiosarcoma. Se trata de un tumor maligno que puede afectar a cualquier órgano con endotelio vascular, aunque sus localizaciones más frecuentes son la piel, la aurícula derecha, el bazo y el corazón.
A su vez, los pastores de Shetland y los terriers escoceses tienden a desarrollar el cáncer de vejiga, mientras que los galgos, los rottweilers y los perros lobo irlandeses son más propensos a padecer osteosarcoma, un tumor maligno que afecta los huesos. Los boyeros de Berna, por su parte, a menudo sufren tumores de tejidos blandos y displasia de cadera, una enfermedad degenerativa que provoca serios problemas de movilidad. Los caniches, los dóbermans y los cóckers spaniel son más dados a desarrollar los tumores mamarios, mientras que los bóxers alemanes tienen más probabilidades de padecer un cáncer cerebral.
Tratamiento quirúrgico en cánceres de perros
Un temprano diagnóstico del cáncer permite evitar las metástasis y, por ende, salvar o aumentar la esperanza de vida del perro. En la mayoría de los casos el tratamiento consiste en la extirpación del tumor realizada por un cirujano y un auxiliar quirúrgico especializado en veterinaria. La labor de este último incluye múltiples tareas de distinta índole, que van desde la esterilización del instrumental y una adecuada preparación del área quirúrgica, pasando por la asistencia al cirujano durante la intervención y los cuidados del animal durante el periodo postoperatorio.
Un buen auxiliar quirúrgico de una clínica o un hospital veterinario debe seguir estrictamente los protocolos de limpieza en la zona de trabajo, saber realizar una correcta evaluación preanestésica del perro, poseer amplios conocimientos de la anestesia local y general, conocer las características y funciones del material quirúrgico, monitorear las constantes vitales del animal durante la operación y ayudarle en su recuperación postoperatoria.
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