A la hora de montar una clínica veterinaria, las salas de espera son cruciales para el éxito o fracaso del negocio. Cuando se plantea la apertura de un Hospital Veterinario la sensación que vayamos a ofrecer a los futuros clientes es vital para conseguir rápidamente su confianza. De nada servirá el esfuerzo de contar con los mejores profesionales veterinarios, el material más moderno y utilizar las técnicas más actualizadas si tanto las mascotas como sus dueños no se sienten cómodos a la hora de esperar a ser atendidos, por lo que un estudio previo del diseño de ese espacio es absolutamente vital.
Recepción y salas de espera veterinarias
Si has tenido ocasión de visitar un Hospital Veterinario recientemente, te habrás dado cuenta de que poco a poco se han ido adaptando para ofrecer la mejor experiencia y el mayor grado de satisfacción de los dueños de mascotas. Un primer punto a tener en cuenta es que, dentro de lo posible, no compartan espacio con la entrada de la clínica veterinaria. Las entradas y salidas de otros animales, así como la entrada de ruidos y olores extraños provenientes de la calle pueden ayudar a aumentar el nivel de estrés que los animales, sobre todo los que acuden por motivos de enfermedad. Si no se dispone de un espacio diferenciado, utilizar biombos u otros elementos de separación es una buena idea para crear la sensación de privacidad. Si los dueños de las mascotas notan que sus mejores amigos están tranquilos, tenderán a querer volver a esos espacios cuando necesiten recurrir a un veterinario. Que esté separado no significa que tenga que ser estanco: la sala de espera veterinaria ha de contar con una ventilación e iluminación suficiente, y siempre que se pueda que ambas sean naturales, para mejorar el bienestar de animales y dueños.
Claves de una buena sala de espera veterinaria
No escatimes con el espacio de las salas de espera: cuanto más amplias, mayor será el bienestar de los dueños de las mascotas y de los propios animales. Además, los espacios amplios ofrecen sensación de apertura, haciendo que el tiempo de espera se perciba mejor. Si tienes suficiente espacio, la sala de espera de una clínica veterinaria es el mejor lugar en el que colocar un expositor de productos. Nadie mejor que tú sabe qué suelen necesitar tus clientes: aprovecha para recordarles los artículos que con mayor frecuencia necesitan. Utiliza colores claros y tonos pastel: esto hará que la espera se haga menos larga y, si tienes suficiente espacio, trata de crear un rincón más privado para aquellos animales a los que la presencia de otros congéneres o de otras razas les estresa aún más. Tu objetivo es cuidar de los animales, pero tú misión es que sus dueños se sientan cómodos mientras estás con ellos: pon a su alcance revistas e información relativa al mundo veterinario, y recurre al hilo musical para evitar la sensación de vacío en tu Hospital Veterinario.
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