Una exposición prolongada al sol puede ser tan dañina para los perros o los gatos como lo es para los humanos. Los veterinarios han comenzado a encontrarse con un número creciente de enfermedades de la piel entre los animales que han estado demasiado expuestos al sol.
Igual que pasa con las personas, las quemaduras del sol repetidas pueden llegar a causar cáncer de piel en tu perro o gato, por lo que tomar precauciones para reducir los riesgos de una sobreexposición al sol es clave.
En este sentido, los profesionales de ISED recomiendan que apliques a tus mascotas protector solar de mínimo nivel 15 en zonas sensibles, como pueden ser las puntas de las orejas, la zona del estómago, el interior de las patas o el borde del hocico. Es recomendable que visites a tu veterinario para que te aconseje qué tipo de protector es más adecuado para tu animal.
De la misma manera, en caso de que tu mascota sufra quemaduras o veas un cambio de comportamiento después de haber sido expuesto al sol, lo mejor es que lo lleves a un especialista.