Al igual que sus parientes felinos de mayor tamaño, los gatos han tenido una vida salvaje y libre en el pasado, sin condicionamientos ni obligaciones. Así que ese comportamiento independiente de los gatos en los entornos caseros es el reflejo de un instinto que aún permanece vinculado a su carácter.
No obstante, estas pautas determinadas por su genética facilitan su supervivencia cuando están fuera de su hogar habitual.
La independencia de los gatos
La independencia de los gatos viene derivada de su predisposición genética, derivada de miles de años atrás. Por tanto, los gatos tienen un comportamiento autónomo y autosuficiente de forma innata, ya que disfrutan haciendo lo que quieren en cada momento. De hecho, a menos que se les adiestre con paciencia, ese comportamiento anárquico no variará.
Por ejemplo, los gatos no precisan la ayuda de sus dueños para superar los obstáculos que se van encontrando, ya que casi siempre se las arreglan para superarlos por su cuenta; incluso, si no disponen de comida, encontrarán alimento de un modo u otro.
A lo largo de los años el comportamiento de los gatos se ha ido adaptando a los entornos caseros y urbanos, pero siempre han conservado la personalidad de los felinos. En este sentido, los gatos aceptan las caricias y la compañía de los humanos, pero siempre y cuando ellos lo deseen, evitando la sobreprotección.
Beneficios de esta independencia
Los beneficios de esta independencia intrínseca en los gatos son una menor necesidad de atención y cuidados por parte de sus dueños. No en vano, ellos mismos se encargan de limpiarse escrupulosamente y aprenden solos a usar el arenero para hacer sus necesidades.
Además, gracias al instinto cazador de los gatos, el hogar se mantendrá libre de roedores e incluso de insectos, puesto que los gatos son cazadores infalibles.
Otro beneficio de este comportamiento autosuficiente es que sabrá desenvolverse fuera del hogar, algo de vital importancia para su supervivencia, si se trata de un gato al que se le da vía libre para salir de casa.
¿Varía ese comportamiento independiente de los gatos según la raza?
Si bien la conducta de los gatos está condicionada por su especie, raza, genética y el carácter inherente de cada animal, varía especialmente según el ambiente, la educación y los cuidados proporcionados por cada dueño.
En cuanto a las diferencias entre el comportamiento de gatos y perros, la principal radica en que los perros perciben a sus dueños como sujetos con los que se sienten seguros y protegidos, mientras que los gatos no sienten la necesidad de protección, de ahí que se comportan de forma más independiente.
A la hora de tener como mascota a un gato, es importante entender su psicología y, por supuesto, respetarla y asumirla. Esto no significa que haya que darles una libertad absoluta, si no que a partir del conocimiento sobre el origen de su conducta, debemos hacer que se adapten al entorno que le proporcionamos, orientándoles para que su comportamiento sea el correcto, puesto que lo cierto es que se trata de animales muy inteligentes.
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