Este artículo es el primero de un una serie con toda la información relevante para conocer las particularidades de los perros de búsqueda y salvamento, canes a quienes muchas personas deben su vida y a los que debemos considerar casi como ángeles de la guarda.
El perro de rescate se utiliza para detectar la presencia de personas sepultadas bajo escombros (terremotos), avalanchas de barro (riadas) o de nieve (aludes), incluso para localizar personas que se han perdido en campo abierto.
La creencia general es que el perro busca el rastro de la persona, pero en situaciones como las descritas es imposible, dado que es muy probable que no exista rastro alguno y, aunque lo hubiera, la presencia de personas tras los primeros momentos de la tragedia impediría enormemente la tarea.
Es por esto que se entrena a los perros a “ventear”, que no es otra cosa que oler el aire para poder detectar partículas de olor humanas. De esta manera, y con un entrenamiento férreo y continuado, el perro aprende a discriminar el olor de las personas que se encuentran en la superficie, dedicándose exclusivamente a buscar el de aquellas a las que no puede ver.
Cuando el perro ha localizado el foco de olor avisará a su guía, ladrando y sin moverse del lugar. Una vez localizado el punto exacto, se retira al perro para proceder con los equipos de desescombro.
Durante el entrenamiento, el perro aprende a asociar que la víctima es igual a un premio. Él no va a distinguir si se trata de un entrenamiento o de una situación real, simplemente hará su trabajo para obtener el premio.
Un perro de salvamento necesita de uno a dos años para estar operativo, pero después deberá seguir un estricto programa de entrenamiento durante toda su vida de trabajo.
Un poco de historia
Los suizos fueron los pioneros en adiestrar a perros para trabajar en la búsqueda y salvamento de personas en catástrofes. Desde el año 1954 las escuelas suizas, alemanas y americanas adiestraron un buen número de perros de rescate y fueron definiendo las diferencias entre sus métodos de trabajo. Urs Ochsenbein en 1972 desarrolló el famoso Método Suizo de entrenamiento, seguido por los Alemanes y Franceses, también grandes entrenadores de equipos RH-TEAM.
Ya en la Segunda Guerra Mundial el pastor alemán se mostró como un perro altamente capacitado para la búsqueda de desaparecidos entre los escombros de las construcciones bombardeadas. Y en la actualidad son indispensables para el salvamento de personas en caso de terremoto. En los recientes terremotos en Nepal (abril de 2015) y Afganistán (octubre 2015) nuevamente los perros de salvamento han dejado constancia documental de su eficacia.
El perro de salvamento en España
En España se marca el comienzo de la especialidad de “Rescate de víctimas en escombro” en 1986. En una colaboración de varios equipos Españoles con la Asoc. Nac. de Equipos Cinológicos de Búsqueda y Salvamento de Francia.
Posteriormente, en 1987 siguiendo con la experiencia, se realizan trabajos con el Grupo de Guías de Salvamento de la Cruz Roja de Hamburgo y en el mismo año con el Grupo de Salvamento “Bundesverband”.
Estos tres sistemas tienden al objetivo común de localizar las posibles personas sepultadas en cualquier tipo de siniestro, no obstante se diferencian visiblemente en base a las características de sus respectivas técnicas de trabajo.
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