En primavera el cambio de temperatura y el hecho que los perros salen más implica estar más expuestos a los peligros del ambiente exterior como la reaparición de los parásitos. Las temperaturas más suaves favorecen su proliferación después de la pausa invernal. Los huevos, que se quedan en un estado inerte durante el invierno, dejan salir a parásitos que enseguida buscan un huésped para poder sobrevivir.
Pulgas y garrapatas
Los propietarios de mascotas bien saben que con la primavera reaparecen pulgas y garrapatas, pero no todos conocen los riesgos escondidos en ellas. El alumno del curso de auxiliar de clínica veterinaria tiene una importante labor pedagógica en la clínica de cara a transmitir a los propietarios los peligros de este tipo de parásitos, a los que fácilmente podemos combatir en la actualidad.Pulgas y garrapatas se alimentan de la sangre de sus huéspedes, pero este no es el problema más grave. De hecho, en los últimos años han aumentado las dermatitis alérgicas debidas a la saliva que la pulga inyecta al mismo tiempo que pica (la que se conoce como DAPP), o las enfermedades debidas a la transmisión de microorganismos por parte de las garrapatas. Estos parásitos, con su mordedura, pueden transmitir enfermedades muy peligrosas, como la Erhlichiosis y la Piroplasmosis (Babesiosis).
- La Piroplamosis (o Babesiosis) se observa especialmente en animales jóvenes, enfermos o convalecientes y es una zoonosis, enfermedad que se puede transmitir a las personas. Algunos de sus síntomas son temperatura elevada, mucosas pálidas, apatía o disminución de la actividad normal, pérdida del apetito y de peso, cojeras repentinas, sangrado por la nariz, sangre en la orina, diarrea y pérdida de la visión.
- La Erlichiosis se transmite con la picadura de garrapatas infectadas con el parásito “Ehrlichia Canis”. El pronóstico de esta enfermedad tiene directa relación con el estado de salud y la edad del animal infectado. Los signos clínicos presentes en general son fiebre muy alta, aumento de ganglios, anemia, signos neurológicos y ceguera. También se trata de una zoonosis. El tratamiento es a base de antibióticos, por un período entre dos y cuatro semanas.
Otros vectores de enfermedad son algunos tipos de mosquito que transmiten la Leishmaniosis, una enfermedad grave por dos aspectos: porque también se trata de una zoonosis y porque, a día de hoy, no hay curas definitivas para los perros y puede causarle la muerte.
Aumentan los casos de alergia
En primavera la naturaleza activa sus procesos de forma máxima. Nunca como en esta época aparecen plantas, flores, polen ácaros e insectos. Todo esto se traduce en
una enorme cantidad de alérgenos. La alergia es una respuesta exagerada a sustancias externas que se observa en sujetos sensibilizados. El contacto con el alérgeno determina el desencadenarse de una alergia. Podemos reconocer muchos tipos diferentes:
- La alergia inhalatoria o atopia: la sencilla inhalación de alérgeno puede determinar irritación de la piel con aparición de picor, perdida de pelo y ronchas. Agrava la situación el hecho que el animal se rasca empeorando las lesiones que pueden infectarse con bacterias. Es bastante complicado detectar el alérgeno y, sobre todo, hacer que el perro pueda alejarse de la fuente de alergia.
- Bronquitis alérgica: se manifiesta con tos seca después del ejercicio físico.
- Rinitis, conjuntivitis y otitis alérgica: la primera, poco común en las mascotas, se manifiesta con una irritación de la mucosa nasal por lo que se produce mucosidad y el animal estornuda. La conjuntivitis es más común y se presenta con inflamación de los ojos y serosidad, aunque puede complicarse con infección bacteriana y provocar una exudación más verdosa. La otitis puede aumentar de frecuencia en periodo primaveral en sujetos predispuestos a estos problemas.
- Dermatitis por contacto directo: se presenta en la zona de contacto con el alérgeno, más frecuentemente abdomen, ingles y axilas. La piel se presenta irritada con ampollas, costras y exudado.
Peligro: orugas
Una reacción alérgica que puede llegar a ser mortal es la reacción a las orugas de la mariposa Thaumatopea pytocampa, vulgarmente llamada Procesionaria del pino por su forma de trasladarse en “procesión”. Las orugas poseen unos pelos urticantes por la presencia de ampollitas de una sustancia tóxica. Los pelos se clavan con su arpón en los tejidos del perro, que puede comer o simplemente jugar u oler la oruga.
La sintomatología será más grave en algunos casos, determinando edema de la cara, de la lengua y, si llega a la glotis, puede determinar la muerte por asfixia del animal. El tratamiento de urgencia consiste en lavar muy bien la cavidad bucal del animal con agua templada (el calor inactiva la toxina). Además, se debe suministrar lo más pronto posible corticoides y antihistamínicos por vía endovenosa.
Si la lengua está afectada se pueden inyectar los corticoides directamente en ella con buenos resultados. Picaduras de insectos: también los animales pueden sufrir de estos problemas que se manifiestan con bultos pruriginosos en la piel.
Para el veterinario puede ser un problema identificar las causas y los alérgenos, sobre todo porque los síntomas pueden ser enmascarados por lesiones secundarias que el perro mismo se provoca o por la poca información que puede dar el propietario. En muchos casos el tratamiento es sintomático, utilizando antinflamatorios. La mejor solución es siempre la profilaxis. Si sabemos que nuestra mascota tiene una alergia lo mejor es alejar el alérgeno o vigilar que el animal no tenga contactos con sustancias peligrosas.