Limpiar el ojo a tu perro o a tu gato es una tarea más compleja de lo que nos gustaría. Y es que, por un lado, tendrás que asegurarte de hacerlo bien para eliminar cualquier rastro de suciedad y evitar una infección en la zona y, por otro, deberás tener mucho cuidado para que el animal esté tranquilo y no se muestre agresivo.Durante el siguiente post, vamos a enseñarte las mejores maneras de hacerlo.
Cómo limpiar el ojo a tu perro
Lo primero que deberás hacer, en caso de que tu perro tenga el pelo largo, será recortar aquel que esté más próximo a los ojos con el propósito de tener un acceso más sencillo a las legañas y de que el perro se sienta más cómodo. Tanto esta acción como el resto de las que componen el proceso deberás realizarlas en un lugar tranquilo en la que el perro se sienta a gusto. Aprovecha también para acariciarle y hablarle con amor.
A la hora de limpiar el ojo a tu perro, nunca utilices algodón ya que este elemento puede dejar restos dentro que le provoquen irritaciones. En cambio, usa gasas esterilizadas. Si tienes alguna dificultad para retirar una legaña, recubre con una de ellas un bastoncillo y sácala con mucha delicadeza.
Por su parte, antes de acabar, vierte en sus ojos un poco de colirio. Es importante que lo hagas en ese momento ya que es posible que, tras haber pasado un rato retirando la suciedad y las legañas, el ojo del perro se haya resecado. De hecho, esto es muy habitual en las razas de bulldog, por ejemplo. Haz esto, al menos, dos o tres veces a la semana.
Cómo limpiar el ojo a tu gato
El proceso para limpiar el ojo a tu gato es, en resumidas cuentas, bastante similar al explicado para el de tu perro. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los felinos tienen unos comportamientos bastante diferentes a los perros y que pueden mostrarse bastante agresivos y reticentes a ser lavados en la zona. De hecho, los veterinarios aconsejan que se acostumbre al animal, aunque no le haga falta, a hacerle esto desde que son muy pequeños para prevenir problemas en el futuro.
Utiliza una gasa que, previamente, habrás humedecido en agua destilada para proceder a eliminar la suciedad y las legañas realizando movimientos muy suaves y delicados. En este sentido, asegúrate de usar una gasa diferente para cada ojo ya que pueden traspasarse enfermedades entre ambos sin que te des cuenta. Usar también colirio o no dependerá del estado en el que veas sus ojos.
No te olvides de, después de limpiar el ojo a tu gato o a tu perro, darle una recompensa al animal ya que, de este modo, se mostrará más receptivo en el futuro a someterse al mismo proceso de limpieza. Al fin y al cabo, este es absolutamente fundamental de cara a disfrutar de una magnífica salud en el presente y en el futuro, que seguro que es lo que deseas.
Todas estas labores en más ocasiones de las que nos gustaría a los dueños, por el caracter del perro o el gato, se tornan imposibles y es necesario aprovechar la visita al veterinario para que personal especializado como los auxiliares técnicos de veterinaria realicen estas limpiezas.
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