Mucha gente cree que la leche de vaca es un producto conveniente para la nutrición de los gatos. La coordinadora de cursos online del Área de Veterinaria de ISED, Vera Vicinanza, nos explica por qué es falsa esta creencia en el segundo artículo de “Mentiras y verdades sobre gatos”.
Leyenda urbana 2: Los gatos se alimentan de leche
Todos hemos visto al menos una vez la imagen graciosa de un gatito que toma su taza de leche lamiéndose los bigotes aún goteantes… Aunque esta imagen esté muy radicada en nuestra imaginación, la leche que consumimos normalmente, la de vaca, no es el alimento más indicado para un gato, peor aún si se trata de un gatito recién nacido. De hecho, esta leche, aunque sea entera, no cubre las necesidades ni lipídicas ni proteicas de los gatitos en crecimiento. Si nos encontramos con un gatito de edad inferior a las cuatro semanas debemos nutrirlo con los alimentos específicos que podemos encontrar en comercio que son balanceados y contienen todos los nutrientes necesarios.
Aunque se trate de un gato adulto, la leche puede provocar alteraciones intestinales debidas a la mala digestión de la lactosa. Este azúcar se digiere gracias a la enzima de la lactasa que producen los cachorros de los animales. Conforme el gato crece, esta enzima va disminuyendo hasta desaparecer durante el destete. Es probable que algunos gatos toleren la leche porque nunca han dejado de tomarla y la lactasa puede seguir produciéndose, pero aún así, la leche contiene mucho azúcar y debe considerarse una golosina y de ninguna manera puede sustituir al agua.