Cuando se llega a la tercera edad es posible que vayan perdiendo algunas capacidades, sobre todo la movilidad y dinamismo. En muchas ocasiones, las personas mayores que viven en residencias, se encierran en su propio mundo de aislamiento al no sentirse atendidas. Por eso, cada vez es más frecuente aplicar la intervención asistida con animales en las residencias de mayores.
Los profesionales encargados de realizar las terapias necesitan formarse en esta especialidad. Gracias a esta formación se adquieren los conocimientos que posibilitan la detección de una situación en la que se necesite este tipo de terapia con animales. Del mismo modo, se aprende la práctica de adiestramiento de las mascotas, para que realicen su función de terapeutas.
Beneficios de las terapias con animales en centros geriátricos
La relación entre los animales y la tercera edad abarca el campo emocional, principalmente. Para este tipo de terapias, suelen utilizarse perros y gatos. Estos animales son directos y honestos con sus reacciones. Cuando nos entregan su afecto no establecen diferencias de edad, sexo, aspecto físico o salud mental de la persona.
En algunos casos, los ancianos desarrollan cierta responsabilidad sobre los animales que van a visitarles o conviven con ellos en estas residencias. De esta manera, acaba adoptando el rol de cuidador. Querer dar cariño y cuidar de otro ser vivo es una forma en que las personas mayores afrontan y superan el sentimiento de no sentirse útiles.
A través de juegos y otras actividades, con estas mascotas, el especialista en intervención asistida con animales va a conseguir atraer la atención de los participantes en la terapia, logrando así estimular su actividad mental. También se proporcionará el contacto físico que tanto necesitan para paliar el sentimiento de soledad y aislamiento en que se encierran.
Los especialistas en intervención asistida con animales consiguen que mediante sus terapias los animales aporten sensación de serenidad que regula el ritmo cardíaco y la presión sanguínea de las personas mayores. Además, la mascota pide movimiento y activa a la persona con la que interactúa, ya sea para lanzarle una pelota, un palo, o cualquier objeto con el que pueda jugar y divertirse. Esto mejora sensiblemente la movilidad de las personas mayores.
Al realizar actividades con una mascota, todos quieren ser parte del afecto, la alegría y espontaneidad del animal y esto favorece las relaciones sociales entre las personas mayores.
Estas terapias con animales suponen un pequeño triunfo para quien ha estado sumergido en un estado de ánimo sombrío o triste.
Cuando se relacionan los animales y la tercera edad, estos últimos mejoran su salud física, sus capacidades cognitivas, su estado anímico, la autoestima y la sociabilidad.
Técnico en intervención asistida con animales, una profesión con futuro
Sin duda, formarse para ser especialista en intervención asistida con animales, te abrirá las puertas a una profesión muy gratificante y llena de oportunidades, tanto por la ayuda que se pueda ofrecer a otras personas como por el trato con los animales.
Si estás interesado en recibir información acerca de las terapias asistidas con animales y convertirte en especialista, ¡no dudes en contactar con nosotros! ¿A qué esperas? ¡Anímate!