Tener una mascota en casa es una grata experiencia que, a su vez, conlleva ciertas responsabilidades para asumir. Una de ellas es cuidar adecuadamente la higiene animal, cuyos hábitos deben ser una regla de cumplimiento diario.
Descuidarlos puede convertirse en un serio problema para la convivencia familiar. Y no solo por los malos olores que pueda desprender el animal, sino porque este se convierte en un foco de infecciones con las que podría contagiar a todo su entorno. Los hábitos óptimos de la higiene canina y felina consiguen controlar las zoonosis, enfermedades transmitidas por animales a personas. Así mismo, una mascota limpia, desparasitada, vacunada y bien alimentada difícilmente puede presentar peligro para los humanos con los que convive. Hay que tener claro que, igual que las personas, los animales domésticos necesitan cuidados básicos de higiene, lo que implica bañarlos de forma periódica, cortarles las uñas, limpiar los oídos, cepillar el pelo e incluso lavarles los dientes.
Los beneficios de la correcta higiene en gatos y perros
En la higiene animal cobra especial importancia el cuidado del pelaje. Todas las razas de perros y gatos, independientemente del tipo de pelo, necesitan ser cepillados a diario. Y es que la práctica del cepillado, además de ser placentera, ayuda a estimular la piel, mejorar la circulación y mantener el pelo limpio y saludable, ya que elimina parásitos y partículas de suciedad. Este hábito de higiene en gatos y perros también permite detectar lesiones de la piel y favorece la renovación capilar. La higiene canina no sería completa sin un baño cada 20-40 días (dependiendo de cada perro, sus hábitos etc.) para conseguir un mantenimiento profundo del pelaje. Esta actividad se puede realizar en una peluquería canina, donde los peluqueros caninos trabajan con técnicas adaptadas al cuidado estético de las mascotas. Estos especialistas en higiene animal utilizan productos antiparasitarios que eliminan pulgas, ácaros, garrapatas y otros parásitos potencialmente peligrosos para la salud de la mascota y de las personas. La sesión del baño, como parte de la higiene canina, debe incluir la limpieza de los oídos para prevenir las otitis, y el corte de uñas para evitar que la mascota se lesione al andar. En cuanto a la higiene en gatos, las uñas deben ser cortadas cada mes y la frecuencia de los baños se reduce a 4 veces al año.
Higiene canina y felina para mantener la casa sin ácaros ni malos olores
Una correcta higiene animal y la limpieza periódica de sus accesorios ayudan a evitar malos olores dentro de la casa. Es necesario lavar los contenedores de agua y alimento un mínimo de 2 veces al día y los juguetes, una vez a la semana. En caso de la higiene en gatos, es importante cambiar su caja de arena al menos 1 vez al día, ya que no solo puede producir olores desagradables sino convertirse en un foco de infecciones. Mantener la casa bien ventilada y usar un aspirador en lugar de una escoba son otras pautas a seguir cuando se convive con una mascota. Hay que tener en cuenta que, actualmente, los únicos equipos capaces de eliminar el 99,99 % de los ácaros y otras micro partículas contaminantes son aspiradores con el filtro HEPA. Los productos como lejía, bicarbonato de sodio y vinagre blanco ayudan a desinfectar los espacios frecuentados por el animal y eliminar los malos olores de las tapicerías y alfombras.
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