La terapia asistida con animales se ha convertido es un mecanismo de rehabilitación ideal para muchas personas con diferentes problemas. De hecho, esta es puesta en práctica, cada vez con mayor asiduidad debido a sus excelentes resultados, en centros geriátricos, en hospitales psiquiátricos y en residencias específicas para, por ejemplo, sujetos con autismo.
Sin embargo, el espacio en el que se debe llevar a cabo esta terapia asistida con animales y, en concreto, con perros ha de reunir una serie de características concretas. Esto se debe, fundamentalmente, a que tanto las personas como los canes han de disfrutar del suficiente espacio. Aquí queremos hablarte de las características que debe tener este para ser completamente funcional.
Perros y terapia asistida: características del espacio perfecto para llevarla a cabo
Cuando se habla de perros y terapia asistida, hay que tener una serie de factores en cuenta respecto al espacio. En primer lugar, debe acondicionarse un entorno familiar. En muchos casos, los padres, hermanos o hijos de los pacientes que la reciben deben o, al menos, pueden estar presentes para ayudar a sus seres queridos. De igual modo, este papel también puede corresponder a los cuidadores.
Los pacientes deben encontrarse cómodos y libres a la hora de efectuar una serie de terapias asistidas con animales. Hay que tener en cuenta que, en un primer momento, estos pueden mostrar reticencias a acercarse a los perros. Aunque estas luego desaparezcan, es de vital importancia no atosigar a las personas que participan y que puedan interactuar a su ritmo.
Por su parte, los perros también tienen una serie de requerimientos a la hora de afrontar este tipo de terapias asistidas. No hay que olvidar que, aunque cuenten con entrenamiento específico y estén bien educados, son animales que se adentran en un nuevo entorno y que van a interactuar con personas que, en muchos casos, ni siquiera conocen.
El perro debe disponer, al igual que los pacientes, del espacio suficiente como para poder moverse adecuadamente cuando lo necesite. De este modo, los niveles de estrés que pueda padecer quedarán reducidos a su mínima expresión y podrá participar de la terapia asistida con entusiasmo y vitalidad.
De igual modo, no hay que olvidar que estos perros son como cualquier otro animal de compañía y que, si encuentra algún elemento que le resulte de especial interés, le prestará más atención que al paciente que se somete a la terapia asistida con animales. Este es el motivo por el que resulta de vital importancia eliminar el mayor número de distracciones posibles del entorno.
Finalmente, en el caso de que participen varios perros, hay que tratar de que todos ellos sean de un tamaño similar y de que estos no sean demasiado grandes para el espacio en el que se va a realizar la sesión de terapia.
Conclusiones sobre perros y terapia asistida
En definitiva, los perros son de gran ayuda a la hora de ayudar a pacientes con infinidad de problemas de salud a recuperarse más rápidamente. Basta con seguir estas indicaciones para acondicionar el espacio correctamente de cara a ello y disfrutar de la terapia.
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