El estreñimiento se define como aquella situación en la que no es posible la evacuación o bien disminuye la frecuencia de la misma. Pudiéndose observar que la mascota defeca con dificultad y, en ocasiones, con dolor. En general, los perros suelen defecar de una a dos veces al día, dependiendo de su alimentación y de su modo de vida. Es importante conocer las causas de por qué surge este padecimiento en dichas mascotas.
Causas del estreñimiento en perros
Existen diferentes causas para determinar el estreñimiento en perros, pero tener una alimentación desequilibrada o falta de ejercicio físico, serían los principales motivos de este problema, adicionalmente, se puede generar la manifestación de trastornos patológicos graves, como por ejemplo: tumoraciones que obstruyen el tracto digestivo.
Se puede sospechar que hay dificultad para evacuar, cuando se observa que el perro, pasa tiempo encorvado haciendo evidentes esfuerzos por conseguirlo, y no defeca nada (este hecho se denomina tenesmo). Otras causas del estreñimiento son las siguientes:
- Próstata hinchada / infección urinaria: más común en perros de edad avanzada.
- Hernias.
- Trauma pélvico.
- Trastorno neurológico.
- Falta de ejercicio.
- Deshidratación: la falta de agua o el exceso de sudoración pueden causar estos problemas.
- Enfermedades del riñón.
- Falta de fibra en su dieta: una dieta desequilibrada puede causar problemas de estreñimiento.
- Glándulas perianales bloqueadas.
- Ingestión de hierba, tierra, pelo o basura: la ingesta de éstos, puede causar problemas en la digestión y evacuaciones del perro.
- Efectos secundarios de los medicamentos: como es frecuente en los humanos, algunos tratamientos con medicamentos pueden causar efectos secundarios.
- Edad: con los años algunos perros comienzan a tener mayores problemas para defecar.
Síntomas del estreñimiento en perros
Cualquier perro puede verse afectado por estreñimiento, no obstante, este padecimiento está presente con mayor frecuencia en perros ancianos, debido a los cambios fisiológicos que sufre su organismo.
Como se mostrará a continuación, algunos de estos síntomas deben ser interpretados como señales de alerta y requieren atención veterinaria inmediata:
- Carencia de la evacuación de las heces.
- Heces más pequeñas, oscuras y duras.
- Heces con presencia de moco o sangre.
- El perro permanece en la postura de evacuación pero es incapaz de defecar.
- Signos de dolor durante la defecación.
- Abdomen con hinchazón.
- Pérdida de apetito.
- Pérdida de peso.
- Vómitos.
¿Cómo influye en la hidratación?
Es importante asegurarse de que los perros beban agua fresca diariamente, y en especial si hace calor o realiza esfuerzo físico. Sin duda, una hidratación deficiente produce padecimiento de estreñimiento, por esa razón, lo ideal es evitar que estas mascotas se vean propensas a vivir este incómodo proceso. La ingesta de agua favorece el tránsito y que no se formen heces duras, para que sean más fáciles de expulsar.
Remedios caseros y recomendaciones
Existen algunos remedios caseros y recomendaciones para los perros mientras se logra confirmar que sea un estreñimiento ocasional el que presenta:
- Aceite de oliva: añadir una o dos cucharadas de aceite de oliva a su comida durante dos o tres días seguidos para tratar de ayudar a esta mascota a evitar el estreñimiento ya que, se trata de una grasa saludable, cuyo sabor suele encantar a la mayoría de los perros y ayuda a ablandar las heces.
- Fibra: de nuevo, al igual que en los humanos, una falta o deficiencia de fibra en su dieta puede ser el causante del estreñimiento. Se recomienda aumentar la dosis de fibra en la alimentación del canino, probablemente ayude a que mejore su tránsito intestinal.
- Comida húmeda / no seca: optar por humedecer la comida, es la mejor opción, para que tenga un mayor aporte de agua y esto le ayude a evacuar sin complicaciones. Se puede realizar en casa o también existe la comida preparada húmeda para perros.
- Si le aplicamos un laxante para humanos, un supositorio o un enema casero a los perros, se podría empeorar mucho su situación. Si el médico veterinario receta un tratamiento, se debe seguir al pie de la letra ya que la falta de deposiciones puede ser también un síntoma de algo peor que exija una cirugía o medidas veterinarias de mayor complicación.
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