Parafraseando el refrán, podemos decir que un perro no nace agresivo, sino que se hace agresivo por cuestiones determinadas relacionadas con su vida y sus circunstancias. Por ello, has de saber que, si te ha tocado lidiar con un can que se muestra más irascible de lo que te gustaría, hay solución. Sin duda, una de las mejores medidas que puedes adoptar es la de ponerte en manos de un educador canino.
¿Por qué los perros se tornan agresivos?
Lo primero que debemos decir es que hay razas caninas que poseen en su naturaleza un mayor instinto protector y, por ende, una tolerancia más baja a determinados estímulos. Aún así, la agresividad del animal suele mostrarse mediante ladridos y gruñidos mucho antes de manifestarse en un mordisco.
Por ejemplo, los perros de raza pitbull, rottweiler o dóberman responden a estas características. Sin embargo, educados adecuadamente desde que son cachorros, no tienen por qué ser más peligrosos que un labrador o un golden. Por lo general, la ansiedad, el exceso de excitación ante una situación, los miedos, las fobias, la frustración y los problemas de socialización son los principales desencadenantes de conductas agresivas por parte del animal en cualquier caso.
¿Qué hacer con un perro agresivo?
Como amos del animal, debemos dar los siguientes pasos:
- Prever los riesgos: no es lo mismo que el perro viva solo con nosotros a que en la casa también haya bebés, niños pequeños o personas mayores ya que ellos son más vulnerables. En estos casos, todos los miembros de la familia deben colaborar en la reeducación del can, mostrarse firme en los valores educativos a inculcarle y, llegado el caso, tomar las medidas de precaución que sean necesarias. Por ejemplo, no debes sentirte culpable si, en un momento dado, tienes que sacarlo a la calle con bozal.
- Descartar problemas de salud: en muchas ocasiones, los perros se muestran agresivos porque tienen dolor en alguna parte de su cuerpo. Esto lo puede diagnosticar cualquier veterinario fácilmente.
- Diagnóstico: ¿no se trata de un problema físico? Entonces, el motivo que explica su conducta es psicológico. Y, en ese punto, un adiestrador canino es la persona que nos puede ayudar.
- Evitar poner al animal en situaciones que le generen estrés: de este modo, reduciremos las posibilidades de que se muestre agresivo o quiera morder.
- Darle una alternativa: es posible que el perro haya aprendido que, cuando se muestra agresivo, consigue aquello que quiere. Por lo tanto, repetirá esa conducta una y otra vez. Nuestro objetivo debe ser darle una alternativa igual de válida para lograr lo que desea y que le resulte más interesante que gruñir, ladrar o morder.
En definitiva, todos estos son pasos que podemos seguir nosotros mismos en casa y siempre que salgamos con nuestro perro por ahí. Sin embargo, contar con la ayuda de un educador canino nos será de gran ayuda para corregir el problema de agresividad del animal y para establecer nosotros también las pautas y conductas adecuadas. Sin duda, la ayuda de un profesional es muy útil en estos casos.