Comprender lo que significa el término agresión, tratar de definirlo, valorar las diferentes causas y tipos de agresividad, nos ayudará para poder controlarla, modificarla e inhibirla.
La agresión tiene una justificación en la naturaleza, porque existe una competencia entre especies. Forma parte de la supervivencia y de la necesidad de proveerse de alimento, territorio y pareja.
La agresión en los perros es la acción dirigida contra otro organismo que persigue la lesión o destrucción de un objeto, propiedad o animal.
Está influenciada por:
• La Genética (dominancia). Propia de cada especie y de cada individuo.
• Factores hormonales. Estado fisiológico de cada animal, considerando la producción de diferentes hormonas y la presencia de determinadas patologías.
• Estímulos ambientales. Sonidos u objetos en movimiento.
• Aprendizaje (la experiencia).
• El nivel de excitación, ansiedad o estrés en el animal.
¿Por qué tienen reyertas los perros?
Existen varios motivos de peleas entre perros y cada tipo posee características propias.Conocer las diferencias entre ellas nos proporciona seguridad para controlar con más efectividad el conflicto.
Algunos consejos de cómo evitar el comportamiento agresivo en nuestros perros:
1. Seleccionar animales cuyos padres no hayan tenido problemas de agresividad.
2. Elegir la raza, el sexo y el tamaño convenientes para el tipo de dueño y ambiente donde vivirá.
3. Demostrar quién es el dominante en la época de desarrollo.
4. Entrenamiento adecuado. Oponerse inmediatamente a un comportamiento agresivo, impidiendo cualquier amenaza.
5. Evitar el juego duro. Los juegos incrementan la excitabilidad e incitan la competitividad, rivalidad, la agresión y la dominancia, así como la tendencia a morder.
6. Es conveniente dedicar cada día 10 minutos a ejercicios de obediencia y entrenamiento con correa.
7. Comenzar cualquier entrenamiento después de las 8 semanas de edad.
8. Evitar los entrenamientos sin fundamento, ya que pueden conducir a un pobre aprendizaje, frustración y problemas de conducta.
Existen varios tipos de agresión como:
Jerárquico y social (competitivo): Se manifiesta cuando dos individuos intentan acceder al mismo recurso a la vez o cuando intentan establecer una relación de dominio-sumisión.
Territorialidad: Se manifiesta cuando un individuo de la misma especie invade el área normalmente ocupada por otro individuo o grupo.
Intrasexual: Se manifiesta espontáneamente en respuesta a la presencia de individuos de la misma especie y sexo. Más frecuente en machos que en hembras.
Por miedo: Se manifiesta en respuesta a estímulos que suponen una amenaza para el animal y en especial cuando éste no puede huir.
Sexual: Se manifiesta espontáneamente en respuesta a la presencia de hembras en celo en el entorno.
Reyertas entre machos adultos
Los machos por su naturaleza tienen más tendencia para los conflictos agresivos. Los perros machos por lo general inhiben su mordida y no desean causar daño, pero existen excepciones como las razas de presa: Bull Terriers, Dogo Argentino, American Staffordshire Terrier, Pit Bull Terrier, etc.
Reyertas entre hembras adultas
Los conflictos más frecuentes entre hembras son de tipo jerárquico y social (competitivo), aunque con menos frecuencia que entre los machos.
Por lo general, las hembras no tienen gran predisposición a pelear, por lo que este tipo de peleas, si bien raras, son extremadamente peligrosas cuando ocurren. Las perras no inhiben la mordedura como los machos y existe un factor hormonal más fuerte por lo que en algunos casos podría llegar a causar la muerte de su oponente.
Reyertas de jerarquía entre un macho y una hembra
La dominancia natural del macho es asumida por la hembra y en raras ocasiones tendrán conflictos entre ellos. Un macho nunca lastimaría a una hembra y será siempre permisivo y lúdico con ella. Además, si existiera una reyerta entre ellos será muy peligrosa para el macho dado que la hembra es extremadamente peligrosa y como he comentado antes, las perras no inhiben la mordedura como los machos y existe un factor hormonal más fuerte.
Reyertas entre los cachorros
De las tres a las ocho semanas de edad los cachorros desarrollan diferentes procesos de formación y aprendizaje, desarrollando con más intensidad la interacción con los otros cachorros de la camada e intensificando el juego, con lo que ponen en práctica todo un repertorio de respuestas sociales y perfeccionamiento del lenguaje corporal consistente en posturas o expresiones corporales, garantizando la comunicación entre ellos.
También aprenden el comportamiento agonístico agrupa: la lucha, confrontación, todas las conductas hostiles, que van desde la amenaza y el combate hasta los patrones de evitación, apaciguamiento, sumisión y/o huida, es decir la dominancia social, la sumisión, la autoestima, patrones de vocalización, asociación y formación de grupos, que influirán en los de caza, conducta sexual y maternal así como en el de territorialidad que aparecen en etapas posteriores.
En esta etapa no debemos preocuparnos por sus juegos, seguro que serán lúdicos y con una energía proporcional pero es importante tenerlos vigilados para garantizarlo.
En la siguiente etapa, de los tres a los seis meses, los cachorros deben continuar su socialización con cachorros de diferentes razas-tamaño y carácter. Esta interacción tenemos que vigilarla con más ahínco, ya que pueden dañarse sobre todo los cachorros de menor tamaño.
Reyertas entre un cachorro y un adulto
Un adulto, ya sea macho o hembra, jamás lastimaría un cachorro. La naturaleza dispone que los adultos proporcionen cuidados, atención y protección a los cachorros hasta la madurez sexual, aunque esta norma no está desarrollada en algunos pocos adultos que podrían lastimar al cachorro.
¿Qué hacer cuando los perros tienen una reyerta?
Los perros antes de atacar avisan, solo hay que estar pendiente de las señales del perro: orejas erguidas, pelo erizado en ocasiones, cola alta, fruncen el hocico, gruñen… y por último atacan.
Lo primero que tienes que considerar es, si la energía empleada pone en riesgo serio a alguno de los perros. Si crees que no, no hagas nada, permite que los perros resuelvan sus problemas de manera natural.
Si la respuesta es sí, debes actuar rápido, con firmeza y calma.
Si sabes estar alerta a estas señales de comunicación, solo tienes que apartar a tu perro con la correa del otro perro, y que cada uno siga su camino.
Si no has sabido observar estas señales y se desenlaza con una pelea, normalmente si no tenemos sangre fría es cuando cometemos errores muy comunes como:
• Gritar: Los perros entienden que estás alentándoles a que sean más efusivos en su lucha, sólo provocarás que los perros peleen de forma más enérgica.
• Castigar físicamente (golpearlos): Pasa lo mismo que si gritamos, les estamos animando y se ponen aún más tensos.
• Tirar de la correa hacia atrás: No sirve de nada porque el perro en ese estado de tensión no nota absolutamente nada.
Estos son los más comunes, y todos vienen provocados por la histeria y el bloqueo en las personas. Un error grave ya que no conseguimos detener la pelea.
Para evitar un pelea de perros, si estamos solos y podemos con el tamaño de los perros (perros de raza pequeña o mediana), la mejor solución de todas es levantarlos por el pellejo del cuello, por el arnés si lo llevara, o collar de cuero o nylon, pero sí es de cadena no porque les dañaríamos seriamente la tráquea o los ahorcaríamos.
Por la piel del cuello, eso es lo que sus madres hacen para regañarlos y trasladarlos, si los levantan del suelo se sentirán más inseguros y pararán, puede que enseñen los dientes, pero acabarán cansándose y calmándose.
Si, por el contrario, los perros son de raza grande o muy grande y te encuentras solo, tienes que ser muy sutil en tus movimientos y determinar quién de los dos es el más fuerte, para actuar sobre él. Detectado esto, lo que debemos hacer es agarrarle por las patas traseras y subirle el tren trasero. Otra opción, si tiene collar o correa, es tirarlo hacia atrás con firmeza y bajo ningún concepto soltarlo.
Si son dos los dueños la operativa para separar a los perros en bastante más sencilla. Cada uno de los dueños tomara el control de su perro y sobre todo no tirar de los perros mientras mantengan la mordida, se podrían producir desgarros, tirar de ellos cuando hayan soltado. Pasados unos minutos de contención, los perros se calmarán.
La teoría en muy sencilla y hay que verse en una situación real para saber cómo actuar realmente, pero si conocemos la teoría ya tenemos más posibilidades de evitar las peleas de perros.
por Jesús Gutiérrez
Profesor del curso Educador Canino de ISED