Hay perros que nacen sordos o que pierden la audición con el paso de los años. De hecho, este problema es habitual en ejemplares de razas como la dálmata o la bóxer. Aquí vamos a explicarte cómo se debe educar a un can de estas características.
¿Cómo educar a un perro que no escucha?
Con la ayuda del lenguaje corporal y no verbal. Debes tener en cuenta que los perros se expresan, se comunican e interactúan más a través de movimientos y posiciones que mediante ladridos. Este es el motivo por el que es perfectamente posible educarles mediante gestos y expresiones faciales. Incluso puede acabar resultando más efectivo.
Solo tienes que pensar en un perro que haya aprendido a dar la pata. La frase ‘dame la patita’ es demasiado larga para que la entiendan y reaccionen a ella. De hecho, no responden a ella, sino al gesto que hacemos al extender la mano para que pose su pezuña sobre ella.
¿Existe el lenguaje de señas para perros sordos?
No, al menos, de forma universal y oficial. Sin embargo, cualquier sistema de comunicación mediante signos es válido para los perros sordos siempre que se fundamente en órdenes sencillas y fáciles de entender. La Lengua de Signos Americana (ASL) y la Lengua de Señas Española (LSE) son las más empleadas.
El sistema de enseñanza es el mismo que si utilizáramos órdenes de voz. Es decir, es necesario asociar un determinado gesto a una conducta concreta a través de un refuerzo positivo que, generalmente, consistirá en una recompensa (una chuchería, una caricia, etc.). Además, el proceso de aprendizaje no tiene por qué ser más largo en este caso.
Consejos básicos para adiestrar a un perro sordo
- Educar al perro desde que es un cachorro. Cuanto antes empieces a adiestrarle, mejores resultados obtendrás con el paso del tiempo.
- Aprende a interactuar con él. Los perros sordos suelen ser más sensibles que aquellos que oyen. Por ello, debes ser especialmente cuidadoso con él y tratar de acercarte siempre de frente y despacio. También hay que despertarles con cuidado.
- Paciencia, constancia y, sobre todo, mucho amor. Puede que al animal le cueste más memorizar y ejecutar la orden por su sordera. Pero eso no debe afectarte.
- Sesiones cortas. De no más de 15 minutos de duración. Los perros sordos son más tendentes a estresarse y aburrirse. Además, cada ejercicio debe presentarse de forma individual, es decir, cada sesión para uno en concreto.
- Busca el lugar adecuado. Debe estar libre de estímulos visuales. No elijas un lugar de paso de personas, perros o coches.
- Remarca tus expresiones faciales. Son las que mejor entienden los perros. Más incluso que las realizadas con las manos.
Llama su atención si no te mira
La única manera es acercarte a él de frente. Esto quiere decir que no podrás gritarle si está lejos para que te mire. Deberás levantarte y llamar su atención de ese modo. Debes hacerlo con suavidad para no asustarle.
En definitiva, un perro sordo puede ser tan buen compañero de vida como uno que sí escuche. De hecho, educarlo no es más complicado. Solo tienes que seguir las pautas y consejos que aquí te hemos indicado.
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