Cada día los intrusos utilizan recursos y vías más discretas y perfectas para concretar ataques y robos. Ante este panorama, es imprescindible que los sistemas de seguridad también se mantengan en constante evolución y puedan adaptarse a los peligrosos cambios.
Los avances tecnológicos han permitido convertir a la videovigilancia en una de las herramientas más importantes en materia de seguridad y contar con sistemas sofisticados y realmente efectivos para evitar robos y proteger todos los bienes y personas que se encuentran en el interior de las viviendas, instalaciones privadas o empresas.
Una de las soluciones de videovigilancia más avanzadas en la actualidad son las cámaras voladoras, mejor conocidas como drones.
¿Cómo funciona la videovigilancia con drones?
Los drones de videovigilancia son pequeños vehículos que controlan un área determinada, desde el aire. Se manejan por control remoto y se utilizan en numerosas situaciones y localizaciones.
Las cámaras voladoras brindan niveles de seguridad cada vez más elevados en instalaciones privadas, viviendas, empresas, instalaciones sensibles, así como en zonas de difícil acceso: áreas montañosas, puertos, lugares con protección ambiental, entre otras.
Incluyen cámaras de alta resolución con estabilizador que brinda imágenes claras y de gran calidad. Algunas de ellas tienen funciones como visión nocturna, GPS o reconocimiento facial y permiten la programación de los drones para realizar recorridos específicos (definiendo rutas y duración) o identificar a accesos no permitidos e intrusos, en cuyo caso saltará de inmediato una alarma a la Central Receptora de Alarmas (CRA).
Las imágenes captadas son transmitidas de forma inalámbrica y, luego, procesadas por una grabadora, en la que quedan registradas y guardadas para visualizarlas posteriormente. Además, permiten la emisión de la grabación en directo para verificar, en tiempo real, lo que sucede en el lugar, permitiendo que la vigilancia sea durante las 24 horas del día.
Aplicaciones y ventajas de la seguridad con drones
El uso de drones en materia de seguridad se amplía cada día. Algunas de sus aplicaciones son:
- Control de accesos y aforos de extensas superficies, como en eventos deportivos, conciertos y manifestaciones.
- Inspecciones oculares y análisis forenses. Aportan una visión aérea de zonas inaccesibles, como en accidentes aéreos, ferroviarios, marítimos o de tráfico, alterando, lo mínimo posible, el lugar de los hechos.
- Apoyo en operaciones especiales. Son excelentes aliados en operaciones especiales antiterroristas, contra el tráfico de drogas y secuestros, porque evitan exponer la vida de los funcionarios militares o policiales y permiten tomar mejores decisiones en el plano táctico y operativo.
- Apoyo en la búsqueda y rescate de personas o animales desaparecidos. En especial resultan de gran utilidad si disponen de cámara térmica o cámaras con mucho zoom y linterna que proporcionan información detallada del área de rastreo.
- Prevenir o sofocar incendios. Los drones cuentan con visión térmica y son capaces de detectar de forma temprana cualquier fuego.
- Supervisar el tránsito.
Las principales ventajas de la seguridad con drones son:
Movilidad. A diferencia de los sistemas de videovigilancia tradicionales, con cámaras fijas, los drones pueden trasladarse casi sobre cualquier espacio, dando cobertura de varios kilómetros, a todos los ángulos de visión de un recinto.
Rapidez. Se mueven de forma veloz por el aire y permiten detectar intrusos en breves minutos. Además, pueden rastrear objetivos en tiempo real.
Seguridad. Son casi imposibles de sabotear y son autónomos, por lo que pueden programarse para cubrir rutas específicas, en un horario concreto o inspeccionar puntos estratégicos.
Versatilidad. Su monitorización de forma remota les permite adaptarse a todo tipo de terreno. También disponen de visión nocturna que permite la identificación de posibles objetos extraños que puedan significar una señal de alarma.
Bajo presupuesto. El coste de utilizar drones de videovigilancia es cada vez menor, pues permiten realizar tareas cotidianas como rondas de vigilancia perimetral o identificación de amenazas, lo que se traduce un significativo ahorro de recursos, espacio y tiempo.
La importancia de la integración de sistemas
La implementación de un sistema de videovigilancia con drones en instalaciones privadas, viviendas o empresas requiere su integración con el resto de las soluciones de seguridad adoptadas para que la información se reciba y analice en un mismo centro de control y sea posible gestionar las probables amenazas, en caso de corroborarse.
Unificar los sistemas de seguridad implementados también permite simplificar la instalación, tener un rápido acceso, abaratar costes en la contratación y mantenimiento del servicio y optimizar el espacio.
Implementación actual en España
En España, el uso de drones es regulado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y a partir del 1 de enero de 2021, la normativa que se aplica es el Reglamento Europeo sobre drones RE 2019/947.
La normativa europea sobre UAS (Unmanned Aircraft Systems o Sistemas de Aeronaves No Tripuladas) es aplicable a todas aquellas naves no tripuladas, exceptuando las destinadas a ámbitos militares, bomberos, de búsqueda y salvamento, control fronterizo, guardacostas y demás Cuerpos de Seguridad y diversas autoridades.
Entre las obligaciones mínimas a cumplir antes de volar cualquier dron, sin importar su uso (recreativo o profesional), tamaño o peso están:
- Registrarse como operador en la sede electrónica de AESA y colocar el número de operador en un lugar visible del dron.
- Formarse como piloto: se requiere un mínimo de formación acreditable, de acuerdo al riesgo de la operación del vuelo.
- Disponibilidad de seguro obligatorio de responsabilidad civil frente a terceros.
- Reglas de vuelo: el vuelo de drones está sometido a reglas de operación, de acuerdo al peso del dron, presencia de otras personas y cercanía a edificios.
- Lugar del vuelo: también existen limitaciones al vuelo de drones en ciertos lugares: zonas militares, cercanía de aeródromos, protección de infraestructuras críticas o ambientales, etc.
Los drones en los sistemas de videovigilancia sin duda alguna representan una excelente alternativa con claras ventajas para la protección y vigilancia de grandes espacios, por su amplio campo de visión, rapidez y versatilidad. Las cámaras voladoras permiten dar respuesta a la progresiva demanda de una vigilancia más eficiente, inteligente y rentable.
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