Un director de seguridad ha de afrontar un sinfín de retos donde, entre otras cosas, se pone en riesgo la integridad personal. Por tanto, quien quiera dedicarse a esta labor ha de tener, en primer lugar, abundante sangre fría, paciencia y agilidad para buscar puntos de peligro y hallar pronto soluciones.
Como director de seguridad deberás, además, encargarte de las herramientas de protección (de un edificio, una casa o una empresa), por lo que se hace imprescindible el conocimiento de las últimas tecnologías informáticas aplicadas a la seguridad. Igualmente, se te exigirán unos conocimientos mínimos de la denominada “prevención terciaria” del delito, empleada generalmente una vez ya se ha cometido, con lo que se evita que se repita.
¿Qué es la prevención terciaria del delito?
También conocida como prevención situacional de delitos, se basa en tres técnicas fundamentales: el incremento de la dificultad para cometer el delito, el aumento de los riesgos para el propio delincuente o la reducción de los beneficios del delito. En tal sentido, el empleo de circuitos cerrados de televisión (CCTV) sirve para alertar rápidamente a la Policía o a los vigilantes de seguridad.
También se utiliza para identificar a los infractores a posteriori. Luego está el sentido común, el cual se debe trasladar igualmente a nuestros clientes, esto es, no hacer gala de ostentación, no aportar excesiva información en las redes sociales sobre planes de viajes o enseñar en fotografías partes de la casa. Se debe reducir igualmente al máximo la existencia de objetos de valor en el propio hogar. Y, si se va a estar mucho tiempo fuera, sería conveniente que alguien recogiese el correo o subiera y bajara persianas.
Prevención del delito en Internet
Pero la prevención situacional de delitos también puede aplicarse a un ámbito informático, uno de los campos más proclives para delinquir. Un director de seguridad también debe hacerse cargo de este aspecto, en especial en el mundo empresarial. Se busca, en todo momento, dificultar la producción del delito. De este modo, en el sistema informático se han de implementar las medidas de seguridad con el incremento de los riesgos que ha de correr el delincuente. Se pronostica así el carácter particular del infractor, con el fin de evitar usurpación de identidad, introducción de virus o phishing.
Colaboración con la seguridad pública
De lo expuesto con anterioridad se vislumbra la importancia de trabajar, codo con codo, con las fuerzas de autoridad tanto locales como nacionales. Así, estos deberán ser informados siempre en el caso de delitos. El director de seguridad se centrará, por consiguiente, en exclusiva de la prevención, basada igualmente en la rutina de otros delitos. En este sentido, las alarmas y las cámaras estarán situadas en los puntos más débiles del edficio o la casa, con contacto directo con la Policía. A tal fin, un director de seguridad debería estar versado en el Código Penal y en los diferentes tipos de infracciones (desde el hurto hasta el robo o crímenes de sangre). Una buena planificación resulta igualmente esencial.
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