La videovigilancia en los museos está evolucionando al ritmo de los avances tecnológicos. Los nuevos sistemas de seguridad son cada vez más eficaces, polifacéticos y complejos, por lo que requieren de un personal altamente cualificado para su manejo. Hoy en día existen cámaras de videovigilancia específicas para los museos, que destacan por su gran eficacia a la hora de evitar robos y asaltos, frenar el vandalismo y prevenir ataques terroristas. Algunas de ellas están dotadas de dispositivos de voz cuya finalidad es evitar que los visitantes se acerquen demasiado a las obras de arte, mientras que otras cuentan con un zoom giratorio de 360 grados que ofrece una mayor visibilidad del espacio y detecta cualquier movimiento dentro de su campo de visión. Las cámaras actuales se manejan por control remoto y están conectadas a un central de alarmas que, dependiendo de la situación, puede reaccionar de diversas formas: activar una sirena, tomar imágenes de intrusos u objetos sospechosos, avisar al departamento de bomberos, llamar a la policía y un largo etcétera.
Cómo funciona el sistema de videovigilancia en los museos
La mayoría de los museos emplean circuitos de seguridаd integral dotados de sensores de movimiento, alarmas y múltiples cámaras de videovigilancia, incluidas las de visión nocturna que se instalan en zonas con poca o ninguna luz. Estos sistemas de seguridаd detectan y alertan, mediante una señal luminosa o acústica, de intrusos y de cualquier movimiento extraño en el interior del museo, incluidas las zonas de acceso y áreas restringidas al público. Las imágenes grabadas se analizan en tiempo real por el personal de seguridаd cualificado y permiten localizar todo tipo de objetos sospechosos, realizar identificación facial inmediata, detectar cualquier cambio en la ubicación de las obras expuestas, avisar de los fallos de iluminación y captar cualquier otra anomalía potencialmente peligrosa tanto para los visitantes como para las colecciones del museo. Es aquí donde cobra especial importancia la figura del director de seguridad que debe poseer una preparación académica en este sector y cuya labor consiste en implementar y coordinar todas las medidas necesarias para preservar la integridad de los visitantes y conservar el patrimonio del museo.
Cuántas cámaras de seguridаd necesita un museo
El número de las cámaras de videovigilancia se determina en función del tamaño del museo, sus recursos y, sobre todo, del grado de protección que se le pretende dar. Por ejemplo, el famoso Louvre de París cuenta con un total de 200 cámaras de seguridаd que monitorean sus 60 000 m2, mientras que el Museo de Arte de São Paulo (MASP) dispone de 96 cámaras para tan solo 4000 m2. Estos datos demuestran que el museo brasileño, que hace años sufrió un hurto de varios cuadros de gran valor (fueron sustraídos en menos de 3 minutos), cuenta con un mayor nivel de seguridаd que su célebre homólogo francés.
En términos generales, antes de instalar un sistema de videovigilancia en un museo, se recomienda realizar un estudio completo de sus instalaciones y, en consecuencia, elaborar un listado con todas las áreas que requieren un monitoreo ininterrumpido las 24 horas del día. A continuación, se asigna un determinado número de cámaras a cada zona y se decide su óptima ubicación para obtener una calidad de imagen deseada.
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