Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Además, inciden en el aumento de distintas discapacidades. Son muchos los factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir una patología cardíaca o vascular, y se conocen, precisamente, como factores de riesgo. No todos se pueden controlar, pero varios de ellos sí. Por eso, es fundamental conocerlos, para reducir el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
Un trastorno cardiovascular puede sobrevenir por causas naturales
En efecto, existen factores que potencian el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular y, lamentablemente, escapan a nuestro control. En líneas generales, son los siguientes:
- Edad: El riesgo de padecer una enfermedad cardíaca se acentúa en los hombres a partir de los 45 años y en las mujeres desde los 55 años, aproximadamente.
- Sexo: Gracias al estrógeno, las mujeres cuentan con cierta protección frente a las dolencias cardíacas y vasculares. Sin embargo, la diabetes pone a las mujeres en desventaja con respecto a los hombres a la hora de valorar la propensión a sufrir un problema cardiovascular.
- Herencia genética: Se ha demostrado que las personas con mayor riesgo de sufrir un problema cardiovascular son quienes tienen un familiar cercano que lo ha padecido a una edad temprana.
¿Qué puedo hacer para reducir mi riesgo de padecer una enfermedad cardíaca?
Hay 2 aspectos fundamentales a vigilar para preservar la salud cardiovascular:
1. La alimentación.
2. El nivel de estrés.
La alimentación es un aspecto fundamental a la hora de prevenir las enfermedades cardiovasculares. Limitar la ingesta de grasas saturadas, sodio y azúcares y aumentar el consumo de frutas frescas, verduras, granos y frutos secos son acciones muy favorecedores. Por ejemplo, es ideal seguir la dieta mediterránea y controlar las cantidades que se consumen, para ayudar a bajar la tensión arterial y el colesterol y evitar el sobrepeso. La obesidad está vinculada a los factores de riesgo de sufrir una dolencia cardiovascular, a tener niveles elevados de colesterol y triglicéridos y otros problemas de salud.
El estrés está fuertemente ligado a la aparición de enfermedades del corazón y vasculares. De hecho, puede aumentar la tensión arterial y ser el desencadenante de un ataque cardíaco. Incluso muchas maneras de paliar el estrés son nocivas, ya que una persona estresada puede tender a beber o a fumar. En lugar de eso, hay que apostar por hacer ejercicio, escuchar música y realizar actividades que ayuden a tranquilizarse y meditar.
Llevar un estilo de vida que cuide la alimentación y controle el estrés ayuda, en gran medida, a reducir las posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular. Asimismo, es muy importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Controlar la tensión arterial. La hipertensión es un gran factor de riesgo para provocar enfermedades del corazón.
- Mantener los niveles de colesterol y triglicéridos bajo control. Un nivel de colesterol alto puede derivar en la obstrucción de las arterias, lo cual podría ocasionar una enfermedad coronaria o un ataque al corazón. Los triglicéridos, por su parte, señalan la presencia de grasa en la sangre y también son un importante factor de riesgo de dolencias cardiovasculares.
- Controlar la diabetes. El azúcar en la sangre puede dañar los vasos sanguíneos y los nervios que controlan el corazón y los vasos sanguíneos.
- Hacer ejercicio regularmente. El ejercicio fortalece corazón, mejora la circulación, ayuda a mantener un peso adecuado y a reducir el colesterol y la tensión.
- Limitar la ingesta de alcohol. Beber alcohol en exceso puede aumentar la tensión arterial y sumar calorías a la dieta.
- No fumar. Fumar eleva la tensión arterial.
- Dormir lo suficiente. El sueño escaso aumenta el riesgo de hipertensión, diabetes y obesidad.
Si quieres convertirte en un profesional promotor de la salud, solicita información sin compromiso sobre nuestro curso de Nutrición y Dietética ¿A qué esperas? ¡Pon rumbo a tus sueños ahora mismo!