El mayor impacto del covid-19 entre las personas mayores ha sido evidente desde el principio de la pandemia. En ese momento casi el 35 % de las personas contagiadas correspondían a mayores de 70 años, lo que suponía un 48, 3 % de las hospitalizaciones.
Después de un año, el número de víctimas mortales que el Covid-19 ha dejado en las residencias -ya sean concertadas, públicas o privadas- supera las 30.000 personas, lo que significa que más del 48 % de las defunciones motivadas por el coronavirus se han producido entre personas mayores que vivían en estos centros.
La labor encomiable de los profesionales sanitarios en residencias
Queda claro que uno de los epicentros de la lucha que se está librando contra el coronavirus está en las residencias de ancianos. En muchos casos, hablamos de centros sociosanitarios con equipos compuestos por profesionales de primer nivel que poseen las mismas titulaciones que en los hospitales.
Conviene recordar que desde el inicio de esta grave crisis sanitaria estos sanitarios están realizando su labor con absoluta entrega, dejándose la piel y jugándose la salud a la hora de cuidar lo mejor posible a los residentes. Y es que en algunas de las fases de la pandemia, los asistentes sanitarios han llevado a cabo su labor sin poder contar con los medios necesarios, como los correspondientes equipos de protección, tests de detección rápida (PCR) o medicamentos específicos.
Riesgos de esta labor por parte de los sanitarios
Los riesgos de esta labor por parte de los asistentes sanitarios que trabajan en residencias es muy elevado. En muchos casos son las manos y pies de los internados. Es decir, quienes los asean, los levantan de la cama, les dan de comer, etc. En tal situación resulta imposible guardar la distancia de seguridad recomendada, por lo que el riesgo es evidente. Por tanto, extremar las precauciones es vital, pero mientras el virus esté circulando, seguirá colándose en este tipo de residencias, donde los empleados entran y salen, dado que tienen sus vidas, sus hogares y sus familiares. Así que el riesgo no se puede minimizar a cero, aunque la clave está en blindar estos centros al máximo y respetar cada uno de los protocolos de seguridad por el bien tanto de mayores como de empleados.
Apoyo a familiares y pacientes
El principal apoyo a los familiares de los afectados por parte de los sanitarios es contribuir a que los pacientes y sus familias se sientan con la capacidad de hacer frente a esta situación nueva para muchos. Se debe tratar de disminuir la sensación de soledad de familiares y afectados, puesto que es fundamental para mitigar la angustia, transmitiendo en todo momento que los profesionales o entidades forman parte de la red de apoyo de la familia y los pacientes.
También es importante advertir cuáles son las necesidades de la familia y la persona afectada para brindar el apoyo de modo más específico y eficaz. Por supuesto, la persona de apoyo debe comenzar realizando una escucha activa para reconocer e identificar las prioridades, necesidades y requerimientos de la familia, especialmente en la despedida de familiares tristemente fallecidos
Homenaje del sector sanitario
Como todos sabrán, los homenajes instantáneos a los profesionales sanitarios que conviven cada día con los afectados con coronavirus se han ido sucediendo desde el principio de la pandemia: aplausos, reconocimiento y apoyo por parte de las comunidades de vecinos.
Además, se han hecho homenajes institucionales a los sanitarios fallecidos por el Covid-19, como el que se realizó en Madrid el 18 de diciembre, en el que se inauguró una escultura (“El árbol de la vida”) en un acto en que asistieron Sus Majestades los Reyes y otras autoridades.
Si quieres convertirte en profesional del sector sanitario, solicita información sin compromiso sobre nuestro curso de Nutrición y Dietética. ¿A qué esperas? ¡Pon rumbo a tus sueños!