La higiene oral como término, se refiere a una serie de cuidados dentales para mejorar la protección de los dientes y la salud general del cuerpo. Esto incluye los dientes, las encías, la lengua y toda la boca. Una buena higiene bucal significa dientes limpios, encías sin dolor, en buen estado y sin mal aliento, que también es llamada ‘Halitosis’. Una boca sana y dientes fuertes ayudarán a masticar y procesar con facilidad los alimentos, mejorando la digestión y manteniendo una buena salud.
El 20 de marzo se celebra el Día Mundial de la Salud Bucodental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que las enfermedades bucodentales afectan a cerca de 3.500 millones de personas en todo el mundo y que, 3 de cada 4 de estas personas viven en países de ingresos medios.
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La Importancia de la Higiene Oral en la Salud General
Las personas deben ser conscientes de la importancia de la salud oral, no sólo para prevenir patologías bucales como la caries dental, la periodontitis o la gingivitis, sino para cuidarse de padecer algunas patologías sistemáticas de donde se deriva la hipertensión y problemas respiratorios.
Si una persona tiene diabetes o alguna enfermedad cardiovascular debe prestar más atención a la higiene bucal, ya que los estudios científicos han demostrado una relación directa entre estas patologías y la salud bucal. Las mujeres embarazadas deben observar una higiene adecuada, ya que la gingivitis (sangrado de encías) es más común durante este período debido a razones hormonales.
Los pacientes con prótesis o implantes removibles deben someterse a una serie de cuidados especiales.
En el caso de los niños, se anima a los padres a enseñar a sus hijos a aprender una higiene bucal adecuada desde una edad temprana. Es importante destacar el cepillado nocturno y una buena técnica que dure unos minutos.
Es normal que los pequeños se cepillen los dientes demasiado rápido e incluso después de cepillarse los dientes por la noche, comen o beben refrescos y jugos antes de acostarse, los cuales son conocidos como malos hábitos.
Además de utilizar un cepillo de dientes en buen estado es recomendable cambiarlo cada tres meses aproximadamente, también se deben sustituir los cabezales de los cepillos eléctricos. El cepillo debe tener cerdas suaves o medias, hilos finos y buscar el que mejor se adapte a nuestras necesidades para poder limpiar bien todas las zonas.
Cómo Realizar una Correcta Higiene Bucodental
Mucha gente piensa que cepillarse los dientes después de cada comida es suficiente para proteger su salud oral. Sin embargo, unos hábitos de higiene bucal adecuados requieren de cuidados.
En primer lugar, se debe adquirir el hábito de cepillarse los dientes 2 o 3 veces al día, lo que dura unos dos minutos cada vez y prestar especial atención al cepillarse los dientes por la noche.
El cabezal del cepillo debe colocarse horizontalmente sobre las encías superiores en un ángulo de aproximadamente 45 grados. El movimiento debe ser vertical de arriba hacia abajo y viceversa.
Después se debe realizar el mismo proceso dentro del diente. Las superficies de masticación de los dientes deben limpiarse con movimientos horizontales. No debes olvidar ninguna parte de la boca, incluida la lengua. Es un error pensar que se puede conseguir un mejor efecto de limpieza cepillándose los dientes con mucha fuerza. De hecho, un cepillado brusco puede provocar daños en las encías, desgaste del esmalte o sensibilidad dental. Recuerda reemplazar tu cepillo de dientes aproximadamente cada tres meses, ya que las cerdas pierden su capacidad de eliminar la placa.
- Usar el hilo dental o cepillo interproximal
El diagnóstico y el cepillado interproximal eliminan la placa y los restos de comida de lugares a los que los cepillos no pueden llegar, principalmente del espacio entre los dientes y debajo de las encías.
La mejor acción nutricional para evitar la caries en los dientes temporales y permanentes es utilizar flúor a escala tópica (dentífricos y colutorios) o suplementos orales en gotas o comprimidos y fluoración de la sal comunes, aunado al mantenimiento de una buena higiene, al uso del hilo dental o cepillarse los dientes al menos una vez al día.
- Usar un enjuague bucal
Otro complemento muy recomendable al cepillado es el enjuague bucal. Este elemento ayuda a eliminar bacterias en la lengua, paladar y encías, así como en otras partes de la boca. Lo ideal es usarlo dos veces al día ya que ayuda a fortalecer el esmalte y prevenir la halitosis o el mal aliento.
Prevención de Enfermedades Dentales
La prevención de las enfermedades dentales debe ser el pilar principal para garantizar la máxima durabilidad de los dientes. En toda clínica dental se debe tener como premisa que el mejor tratamiento disponible es la prevención, y eso se logra de la siguiente manera:
1. La higiene oral como principal prioridad
Mantener los dientes limpios es esencial para evitar que se forme placa y se acumule sarro entre los dientes y encías que pueda provocar enfermedades periodontales.
2. Evitar los malos hábitos de consumo
El consumo de tabaco y alimentos azucarados son perjudiciales para nuestra salud oral, creando más predisposición a contraer caries y cambios en la tonalidad de nuestros dientes.
Alimentos como las fresas, las manzanas, las verduras verdes, la leche y el salmón son muy beneficiosos para los dientes.
3. Visitar al dentista 2 veces al año.
Para poder detectar de manera precoz cualquier problema que pueda aparecer y realizar una limpieza dental profesional, es recomendable visitar a tu dentista cada seis meses.
4. Protegerse en caso de hacer algún deporte
Para la prevención de traumatismos dentales en la práctica de deporte es aconsejable utilizar un protector bucal, sobre todo en deportes como el boxeo, rugby e incluso fútbol o baloncesto.
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Consejos para una Sonrisa Saludable
- Cepillar a conciencia: Sin duda, este es el ritual básico para el cuidado de nuestra boca que tenemos que hacer, mínimo, dos veces al día. Utiliza un cepillo con cerdas medias o suaves y hazlo de forma pausada para no dañar el esmalte.
- No olvidar la lengua: Aquí se acumulan muchas bacterias, así que siempre que una persona se cepille los dientes, debe hacer lo propio con la lengua.
- Evitar cambios bruscos de temperatura: Esto puede causar alteraciones en el esmalte y acaba agrietando. Si una persona toma una bebida muy fría, por ejemplo, lo ideal es realizarlo lentamente para que la transición de temperatura no sea brusca.
- Utilizar hilo dental: Tomarse unos minutos cada noche para limpiar en profundidad la zona interdental, así evitar caries, gingivitis u otras complicaciones.
- La hidratación es fundamental: Mantén los labios siempre hidratados y beber mucha agua para generar más saliva, que es la defensa natural de los dientes.
- Visita al dentista periódicamente: Algo fundamental para mantener una buena salud bucal es hacer una revisión periódica y una limpieza profunda, al menos, una vez al año.
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