La alimentación es indispensable para los seres humanos tomando mayor importancia durante la infancia debido a que en esta etapa de crecimiento las necesidades energéticas son más elevadas que durante la adultez.
Los niños tienen mayor riesgo de sufrir malnutrición, deshidratación y enfermedades digestivas, esto no solo repercute en su presente, sino que compromete su desarrollo y existe una relación directa con las potenciales enfermedades que pueden desarrollarse en la adultez.
¿Cómo obtenemos la energía? y ¿Cuáles son las necesidades energéticas de los niños?
La energía la obtenemos principalmente de los alimentos, en especial de los macronutrientes
Las necesidades energéticas de los niños se calculan dependiendo de la edad y las características físicas de estos, se refiere a la cantidad de energía y de nutrientes que son necesarios para conservar un buen estado de salud.
La recomendación en cuanto a energía se mide en base a las necesidades que se requieren para cubrir el metabolismo basal, el crecimiento y la actividad física. En contraste con los adultos, los niños suelen necesitar casi el doble de energía, en promedio 80-100 kcal/kg/día a diferencia de 30-40 kcal/kg/día.
Si bien las necesidades energéticas en la infancia dependen de la talla, masa muscular y actividad del niño lo recomendable es 100 kcal por kg de peso en niños de 1 a 3 años y 80 kcal por kg de peso hasta los 12 años.
Es importante que la distribución de la energía de las comidas sea:
- 25% en el desayuno
- 30% en la comida-almuerzo
- 15% en la merienda
- 30% en la cena
Macronutrientes ¿Qué son y para qué sirven?
Los macronutrientes son un grupo de nutrientes conformado por grasas o lípidos, carbohidratos y proteínas. Estas son sustancias que proporcionan energía al organismo para su correcto funcionamiento. Por otro lado, se encuentran los micronutrientes estos son las 13 vitaminas (A, C, D, E, K junto con las ocho variantes de la vitamina B) y minerales (el zinc, el selenio, el hierro o el manganeso) necesarios para que el cuerpo pueda cumplir con las funciones celulares.
Diferencias de cada macronutriente
Carbohidratos o hidratos de carbono: son la fuente principal de energía, en los niños deben superar el 50% del aporte calórico en la dieta, lo recomendable es que sea 10% de carbohidratos simples y 50% carbohidratos complejos. Los carbohidratos complejos, son los que tienen mayores beneficios, poseen un alto contenido de minerales, fibras y vitaminas. Los carbohidratos simples no poseen casi vitaminas y minerales, por el contrario, son ricos en azúcares refinados y tienen un alto índice glucémico. Los carbohidratos también se dividen en los siguientes grupos:
- Polisacáridos (o carbohidratos complejos): amilopectina (almidón vegetal), glucógeno (almidón animal), inulina.
- Monosacáridos (los carbohidratos más simples): azúcares provenientes del maíz (glucosa), de la fruta (fructosa) y de la leche (galactosa).
- Disacáridos: sacarosa, maltosa y lactosa.
Proteínas: están constituidas por cadenas de aminoácidos, muchos de los cuales son esenciales para el organismo. Las proteínas contribuyen al crecimiento, desarrollo corporal, mantenimiento y reparación de los tejidos corporales, son el principal componente estructural de las células y tejidos. Además, aparte del agua, son también la mayor cantidad de sustancia de los músculos y órganos. Aproximadamente las proteínas deben representar un 12% del consumo de energía diaria durante la infancia.
Grasas: Las grasas son las responsables de que el organismo pueda absorber vitaminas liposolubles (A, D E y K), también algunos ácidos grasos son esenciales. Las grasas alimentarias están compuestas principalmente de triglicéridos. Si bien es necesario para una dieta balanceada la ingesta de grasa, no se debe abusar o pueden aparecer enfermedades o problemas de salud. Las grasas se dividen en dos:
- Grasas no saturadas o de origen vegetal, estas son las más saludables y las que se deben consumir más, se encuentra presente en el aceite de oliva y en algunos pescados. El consumo energético diario de ellas debe ser del 20%.
- Grasas saturadas o de origen animal, se debe cuidar la cantidad que se ingieren, en niños no debe superar el 10% del consumo energético diario. Se encuentran en la mantequilla, la nata, la carne roja, el queso y el embutido.
¿Cuál es la dieta adecuada para los niños según su edad?
Como mencionamos anteriormente, durante la infancia se debe cuidar las necesidades energéticas para evitar problemas en el desarrollo.
Es importante aclarar que, aunque hay parámetros generales de la cantidad específica de calorías que deben consumir los niños, las mismas varían dependiendo de la edad y luego de los 10-12 años y en la adolescencia, de factores como:
- Sexo
- Cambios de composición corporal
- Actividad física
Una dieta balanceada general debe incluir alimentos de todos los grupos: carnes, pescados, frutas, cereales, etc. Otro punto a destacar es la importancia del consumo del agua y de la actividad física.
- Recién nacidos: se recomienda la lactancia materna y luego de los 6 meses introducir alimentos complementarios, que deben ser saludables, ligeros y de fácil ingestión.
- Preescolar 1-3 años: la primera recomendación es distribuir los alimentos de forma variada y equilibrada, evitando productos procesados, saturados o con grasas refinadas.
- 4 a 6 años: durante esta etapa es importante incentivar el consumo de alimentos sanos, como las verduras y vegetales, en esta etapa se van consolidando hábitos nutricionales.
- 7-12 años: es normal que en esta etapa se incremente la actividad física y por ende aumente el gasto calórico, también es una etapa de crecimiento e inicio de la pubertad
El porcentaje de distribución de las calorías general en niños de 1 a 12 años, debe ser: 50-60% de hidratos de carbono (principalmente complejos y menos de un 10% de refinados), 30-35% de grasas y 10-15% de proteínas de alta calidad.
Beneficios de mantener una dieta balanceada
- Contribuye al desarrollo.
- Una buena alimentación mantiene que los músculos estén fuertes y sanos.
- Protege al sistema inmune, y así este puede hacer sus funciones con normalidad.
- Conserva sana la piel y mejora el aspecto de esta.
- Previene la osteoporosis y distintas enfermedades.
- Conserva al cerebro joven y favorece su rendimiento.
- Regula la digestión.
- Mejora el estado de ánimo y disminuye el estrés.
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