Las mujeres embarazadas son las que presentan mayores dolencias relacionadas con la ciática debido al cambio morfológico y postural que experimenta el cuerpo de la mamá. Es una de los trastornos más comunes en la etapa de gestación y la sufren un 35% de las gestantes. Los cambios hormonales producen la distensión de la musculatura abdominal que, junto con el aumento del tamaño del útero provoca que muchas embarazadas, para mantener el equilibrio, empujen la pelvis hacia delante. Suele darse más comúnmente en el segundo y tercer trimestre del embarazo.
La ciática y el nervio ciático
La ciática se genera cuando hay presión o daño en el nervio ciático. Este nervio comienza en la región lumbar y baja por la parte posterior de cada pierna. El mismo, controla los músculos de la parte posterior de la rodilla y región inferior de la pierna. Existen diversos factores que influyen en la aparición de la ciática en el embarazo, entre ellos el aumento de peso y los cambios posturales a los que se somete el cuerpo durante todo el proceso de gestación.
El nervio ciático (también llamado nervio isquiático) es el nervio más grueso del cuerpo, terminación del plexo sacro, que se distribuye en los músculos posteriores del muslo, en los de la pierna y en la piel de esta y del pie. El término “ciática” se refiere a dolor, debilidad, entumecimiento u hormigueo en la pierna, síntoma de un problema de salud que en el caso de la mujer embarazada es, como hemos visto, la presión sobre el propio nervio (también puede ser fruto de una lesión).
¿Cómo identificar mis síntomas?
Por lo general, los síntomas de la ciática durante el embarazo son:
- Hormigueo en la parte baja de la espalda.
- Adormecimiento de la ingle o zona genital.
- Dolor que se irradia en la pierna y el pie del lado afectado.
Una de las molestias más comunes que puede afectar a las embarazadas es un dolor en la parte baja de la espalda que se extiende a la cadera y las piernas, impidiendo que la mujer se mueva con comodidad. El útero es la parte del cuerpo que sufre los cambios más significativos durante el embarazo, pasando a aumentar unas 20 veces su tamaño conforme crece el bebé.
¿Por qué duele la espalda en el embarazo?
Según las investigaciones al respecto, la ciática aparece casi en un 50% de las embarazadas y se da más frecuentemente en las mujeres más jóvenes, las que han padecido o padecen dolores lumbares, las que duermen pocas horas y las que sufren depresión durante esta etapa.
Mejor tratamiento, prevención. ¿Qué hacer si tengo síntomas?
Existen medidas fáciles que pueden ayudar a prevenir a tiempo la ciática en el embarazo. Practicar ejercicio moderado: prácticas como caminar, natación o yoga contribuyen a reforzar los músculos abdominales y evitar al mismo tiempo el sedentarismo, dos factores que ayudan a prevenir las molestias en la espalda. Los ejercicios en el agua son los más indicados en las embarazadas, ya que disminuye el impacto sobre las articulaciones.
Controlar el peso en el embarazo: un aumento excesivo de peso ocasiona una mayor compresión del nervio ciático.
Cambios posturales: los malos hábitos posturales contribuyen a que el dolor aparezca. Se debe tener en cuenta algunas medidas para evitarlo: no estar sentada durante tiempos prolongados, no cruzar las piernas al sentarse; agacharse siempre doblando las rodillas; mantener la espalda recta al sentarse y caminar erguida.
Masajes suaves: contribuyen a aliviar el dolor y la tensión de la zona lumbar, especialmente cuando se acompañan de técnicas de relajación y elongación.
Utilizar un calzado adecuado: no es bueno que el zapato sea del todo plano ni que tenga un tacon excesivamente alto. La medida justa es entre 3 y 5 cm.
Poner una almohada entre las piernas al dormir: para aliviar el dolor si se duerme de lado, o una almohada debajo de las piernas si se duerme boca arriba.
Aplicar calor seco: cuando aparece el dolor, aplicar calor en la zona varias veces al día (guatero forrado en una toalla o guatero de semillas, por ejemplo). También pueden darse baños de agua caliente, siempre y cuando la temperatura del agua no sea excesivamente alta.
Evitar la automedicación: Nunca se debe tomar analgésicos o antiinflamatorios sin la expresa autorización del médico.
Si se tienen síntomas:
- Usar una manta térmica o bolsa de agua caliente, colocada en la zona del dolor, al menos durante 15- 20 min, de tres a cuatro veces al día.
- Evitar estirar de manera brusca o intensa la musculatura de la espalda en el momento agudo del dolor.
- Realizar masajes circulares y ligeros sobre la zona afectada.
Cómo prevenir
Muchos expertos coinciden en que para prevenir la ciática lo mejor es mantenerse activa durante el embarazo. Estar en movimiento, intentar tener siempre una correcta postura, aunque con el peso de la barriga sea complicado, y cambiarla frecuentemente, será de mucha ayuda. A esto hay que sumarle, no levantar objetos pesados ni hacer esfuerzos innecesarios o dormir sobre el lado izquierdo con un cojín entre las piernas, son algunos de los consejos más eficaces.
El fortalecimiento de los músculos situados en zona pélvica y lumbar, tienen un papel importante para prevenir o evitar la aparición de la ciática durante el embarazo. Es aconsejable practicar el yoga prenatal, la natación y los estiramientos porque son buenos para fortalecer la musculatura abdominal y pélvica. Además, se ha de trabajar en la reeducación postural o ergonomía para evitar posturas que puedan perjudicar, no cargar peso o usar tacones. Asimismo, realizar ejercicio moderado adaptado a cada trimestre del embarazo, siempre supervisado por un profesional, y controlar el peso que se gane, es muy importante, ya que un peso elevado puede causar una mayor compresión en el nervio ciático.
Aplicar calor seco varias veces al día, usar un calzado cómodo y adecuado y realizar masajes suaves en la zona para liberar la tensión acumulada pueden ser algunas de las mejores estrategias para evitar que se produzca esta lesión lumbar.
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