Nuevamente me pongo a escribir siempre con la confianza de trasmitir algo positivo. Durante mi estancia en Tailandia, un monje budista me realizó el masaje tradicional tailandés con unos movimientos, no tan fluidos como pensaba, que me hacían sentir algo especial. Al principio lo achaqué al lugar con un encanto que te dejaba sin aliento, o a las meditaciones que hacíamos en honor al dios de la salud. Pero finalmente no era cuestión de fluidez, eran las líneas zen que con delicadeza me presionaba.
En ISED estamos seguros que con la práctica consigues dar muy buenos masajes, los de una hora están muy bien pues con los movimientos fluidos, las coreografías que aprendes, sin darte cuenta estas en el camino correcto.
Alguna vez hemos realizado maratones para que los alumnos practiquen. En el último, dimos más de doce masajes cada uno de 40 minutos. En estos maratones no sólo aprendes lo importante que es la fluidez, sino que también sientes las agujetas que produce trabajar un cuerpo de forma pasiva.
En Tailandia hay muchos masajes diferentes, el norte, el sur etc, en ISED pretendemos que aprendas los pasos de todo el cuerpo y todas las posturas: tendido supino, prono, lateral y sentado. Además de pequeños secretos que sólo podrás aprender en la clase, luego te preparamos para que puedas realizar las combinaciones necesarias.
El masaje tradicional tailandés es algo especial y solo se puede opinar de este si se ha recibido. Es una mezcla de muchas técnicas, osteopatía, masaje, yoga, estiramientos, movilizaciones y, como no, energías.
En uno de los maratones, una señora me pregunta: –¿eso vale para mí?-. Y yo le respondí: –Cuando termine de hacerle el masaje, me lo pregunta otra vez-. En la mitad del masaje me di cuenta que algo estaba cambiando, su pulso más lento, una relajación muscular grandísima que me permitía mover todas sus articulaciones con un baile fluido de su cuerpo, cuando la siento y le pongo las manos en el pecho para terminar con un punto de relajación, la miro y le pregunto yo: –¿Este masaje vale para usted?-. No hubo respuesta, me miró, sonrió y solo me dijo gracias con lágrimas en los ojos. Estas cosas en masaje tradicional tailandés son las que te animan seguir enseñando de esta forma. Esto mismo nos ha sucedido en clase y los alumnos descubren cosas en su interior que desconocían cuando lo realizan.
En ISED siempre intentamos que disfrutes de lo que aprendes. Os animo a que conozcáis en más profundidad este tipo de masaje tan milenario en nuestro monográfico de Masaje Tradicional Tailandés.
Carlos Romero Profesor del Curso de Masaje Ayurveda de ISED