Llegadas estas fechas, podemos observar la histeria colectiva que surge cuando notamos esos kilos de más que antes pasaban inadvertidos y que con la llegada del buen tiempo aparecen en forma de michelín. Es hora de ponerse en acción. Se inicia una movilización masiva para conseguir reducir los kilos sobrantes y poder lucir un cuerpo de revista en la playa.
Si por temas de salud o simplemente por estética tomas conciencia de que te sobra algún kilo, pierde peso, pero con cabeza y sobretodo con eficacia. Cada vez hay más dietas denominadas “milagro” que aseguran pérdidas de peso rápidas y sin esfuerzo. Entre ellas se encuentran algunas dietas basadas en las dietas vegetarianas estrictas, las bajas en hidratos de carbono o las basadas en un solo alimento. Suelen acarrear deficiencias nutricionales graves sobretodo si no es bajo supervisión facultativa.
Las pérdidas de peso rápidas conducen a un desequilibrio en el metabolismo, es decir, disminuye el metabolismo basal con lo que disminuye el gasto calórico, que se traduce en un aumento de peso en cuanto abandonamos esa restricción calórica o ayuno. Es el denominado efecto “yo-yo”: a igual cantidad de calorías hay un mayor aumento de peso, pues el gasto de energía se ha reducido como consecuencia de una rápida pérdida de peso. A todo esto hay que añadir que lo que se pierdes con estas dietas de pocas calorías es tejido magro, proteínas, masa muscular y conservan prácticamente todo el depósito de grasa. Es el músculo el que se va a encargar de quemar grasa, por lo que si disminuimos su cantidad, disminuimos la capacidad de perder peso a largo plazo.
Seguridad antes que rapidez
La reducción de peso debe efectuarse reduciendo la ingesta diaria pero en muy poca cantidad y con un aporte equilibrado de nutrientes. Tan importante es la cantidad de calorías diarias como la proporción de hidratos de carbono, grasa y proteínas, vitaminas y minerales que aporta la dieta. El límite que debemos asegurar, serían alrededor de 1500 Cal (dependiendo de edad, sexo…).
Así que, para lucir un buen cuerpo evitando esos kilos de más, aconsejo empezar hoy para obtener resultados no este verano, sino el que viene. Pequeñas reducciones de la ingesta al día manteniendo el equilibrio de nutrientes: 55% de las calorías diarias deben ser de hidratos de carbono, de 0.8-1.2 g por kilo de peso y día de proteínas, grasas un 30% de las calorías totales, vitaminas, minerales y 30g de fibra al día. Sin olvidar la práctica de ejercicio como puede ser caminar diariamente 40 minutos.