Las movilizaciones, en el ámbito del quiromasaje, son indispensables para obtener unos buenos resultados de cara a la rehabilitación del problema físico del cliente. Aquí queremos definirte con exactitud qué son y qué tipos existen para que sepas cómo pueden ayudarte en caso de que lo necesites.
¿Qué son las movilizaciones en el Quiromasaje?
Las movilizaciones, dentro de la disciplina del quiromasaje, son contracciones articulares que se llevan a cabo sobre un grupo de músculos o sobre uno determinado con el objetivo de que se altere la posición inicial en la que se encontraba la articulación. Como ejemplo, basta con imaginar una simple extensión de rodilla. Al favorecer la contracción del cuádriceps, se produce el cambio de estado de flexión a extensión.
¿Para qué sirve una extensión articular en quiromasaje?
El propósito de esta técnica de quiromasaje, es el de favorecer la circulación linfática y sanguínea, así como para movilizar los grupos musculares y las articulaciones con el propósito de evitar que se produzcan rigideces y atrofias en estas. Además, con ella se consigue aportar elasticidad y flexibilidad.
Hay que decir que, en algunos casos, es posible establecer una determinada resistencia al movimiento con el objetivo de conseguir unos progresos mayores en menos tiempo. Sin embargo, esta práctica de movilizaciones solo es recomendable cuando el sujeto ya se encuentra en un estado avanzado de su recuperación.
¿Qué tipos de movilizaciones existen en el quiromasaje?
Por lo general, los especialistas quiromasaje y movilizaciones encuadran los diferentes tipos de extensiones en tres categorías diferentes:
Movilizaciones Activas
Son aquellas que el paciente puede realizar por sí mismo, es decir, que no precisan de la intervención del fisioterapeuta para poder se llevadas a cabo.
Movilizaciones Pasivas
Son las que el quiromasajista realiza sobre la articulación que presenta el problema sin que el paciente tenga que intervenir en modo alguno.
Movilizaciones Asistidas
Son una mezcla de las dos anteriores. Por un lado, el sujeto realiza el movimiento, pero, por otro, el quiromasajista es el encargado de ayudarle o asistirle para que pueda efectuarlo sin sentir dolor.
A partir de estos tres grupos, no hay un consenso establecido acerca de cuál es el número exacto de movilizaciones que se pueden llevar a cabo. Hay especialistas que dicen que 10 y otros que 18 o más, pero lo más habitual es que se hable de 11. Y es que, solo a partir de ellas, es posible lograr los resultados que se desean:
1. Hiperextensión: separar, estirar o extender dos zonas del cuerpo separadas por articulaciones.
2. Lateralización: inclinación de la articulación hacia un lado.
3. Rotación interna: giro de la articulación sobre su propio eje hacia dentro.
4. Rotación externa: giro de las articulaciones sobre su propio eje hacia afuera.
5. Abducción: alejar una zona del cuerpo de su eje.
6. Adducción: atraer una zona del cuerpo a su eje.
7. Pronación: colocar boca abajo.
8. Supinación: colocar boca arriba.
9. Circunducción: máxima extensión circular de una articulación.
10. Anteversión: movimiento de la articulación hacia adelante.
11. Retroversión: movimiento de la articulación hacia atrás.
En definitiva, estas son las principales extensiones que pueden llevarse a cabo en la disciplina del quiromasaje sobre las articulaciones y los grupos musculares.
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