A la hora de entrenar, uno de los elementos que se debe seleccionar con detenimiento es el calzado, indispensable no sólo para aportar placer y comodidad a la jornada, sino para prevenir riesgos y lesiones.
No cualquier tipo de zapatilla es buena para ir al gimnasio o correr. Cada actividad física tiene un impacto diferente en el cuerpo y en las articulaciones y requiere una amortiguación distinta. Las zapatillas inadecuadas pueden producir no solo ampollas y úlceras por presión, sino también fractura por estrés, lesión en la rodilla, esguince de tobillo, sobrecarga del tendón de Aquiles y otros inconvenientes.
Requisitos generales para elegir zapatilla de running
Existen una serie de recomendaciones que todo corredor debe tener presente al momento de seleccionar la zapatilla adecuada:
- Adaptarse al tipo de suelo. Para el running, las suelas deben ser, relativamente, lisas y adaptarse al tipo de superficie en la que se va a entrenar: asfalto, montaña o pista, para proteger la zancada.
- Flexibles. Las zapatillas deben ser flexibles, cómodas, con una amortiguación suave y con un drop (diferencia de altura entre el talón y la parte delantera del pie) mayor, por ejemplo de 10 milímetros (mm).
- Peso del atleta. Mientras más kilogramos tenga el corredor, mayor estabilidad y amortiguación requiere. La amortiguación de la zapatilla depende de cada modelo. También se aconseja el uso de zapatillas con mayor amortiguación para aquellas personas que sufren dolencias de espalda. Ante cualquier duda, lo mejor es solicitar asesoría especializada.
- Zapatillas siempre específicas. Jamás se debe correr dando por sentado que cualquier calzado deportivo es útil. Es importante hallar un modelo específico para running que al menos sea de gama media.
- Nivel del corredor. A medida que el nivel del atleta aumenta, requiere unas zapatillas con una serie de características algo más definidas. Sin embargo, esto no significa que un corredor principiante puede entrenar con el primer calzado que encuentre. En cualquier circunstancia, la zapatilla debe ir acorde al tipo de entrenamiento para evitar o minimizar lesiones.
- Tipo de pisada: pronación, supinación o cualquier otro problema en la pisada. Es recomendable acudir a un podólogo para realizar un estudio de la pisada que permita establecer si se requiere el uso de plantillas o, el especialista puede sugerir la adquisición de unas zapatillas específicas.
Es esencial no obviar estas recomendaciones antes de escoger las próximas zapatillas de running para minimizar riesgos, caídas y lesiones.
Consejos para saber qué zapatilla elegir en cada entrenamiento
Existen ciertas condiciones generales que debe tener la zapatilla de entrenamiento y se resumen en tres criterios básicos:
- Resistencia y durabilidad: debe mantener firmes los tobillos, por lo que debe ser fuerte tanto a los lados como en el talón. Lo ideal es utilizar el cordón de la zapatilla, que aprieta según la necesidad.
- Antideslizante: la suela debe ser antideslizante para prevenir caídas y lesiones, así como elástica para acomodar todos los movimientos.
- Tamaño y forma correctos: es importante prestar especial atención al tamaño correcto de la zapatilla y medir bien el pie en una tienda especializada o determinarlo, de acuerdo con la longitud de la plantilla.
Es necesario probar las zapatillas de forma correcta, bien sea en tienda física, allí se puede consultar a un especialista o en tienda electrónica, en cuyo caso no debe existir miedo de devolver el calzado si no queda bien, causa incomodidad o no es el número correcto. Todos los movimientos deben ser cómodos.
Por otro lado, el tipo de entrenamiento; de larga distancia, a ritmo rápido, en pista, en asfalto, en montaña, determina las características de la zapatilla de running adecuada.
Para cada caso existen algunas recomendaciones importantes:
- Entrenamiento por asfalto de larga distancia
El asfalto es el terreno más perjudicial para el corredor; sin embargo, sobre esta superficie entrena la mayor parte de los runners, lo que requiere ser más cuidadoso con el calzado.
La zapatilla debe garantizar estabilidad y amortiguación por encima de todo, para brindar mayor protección en las articulaciones. Además, debe ser cómoda, transpirable y no demasiado pesada.
- Entrenamiento por asfalto a un ritmo rápido
Al correr a un ritmo rápido la amortiguación debe ser más ligera, así como el peso de la zapatilla. Muchas de ellas suelen contener en la media suela una placa de fibra de carbono que permite que la espuma que lleva toda la zapatilla se comprima y se expanda con mayor rapidez, incrementando la reactividad.
- Sesiones en pista de atletismo
En pista de atletismo es posible seleccionar entre zapatillas voladoras, perfectas para hacer trabajo de series y cambios de ritmo o zapatillas de clavo que permiten un buen agarre, aunque suelen presentar una base rígida, por lo que resulta ideal contar con una buena asesoría antes de la decisión.
- Zapatillas voladoras
Las zapatillas voladoras se suelen usar para entrenamientos o carreras rápidas en pistas de atletismo. El tartán de la pista es una superficie blanda, por lo que genera un menor impacto que el asfalto y permite que la zapatilla tenga menos peso, en la mayoría de los casos, menos drop, menos amortiguación y sea más reactiva.
- Zapatillas para trail running
Son zapatillas para correr por montaña. Se elaboran con materiales flexibles para que el pie pueda concretar su movimiento ordinario sin complicaciones. Las suelas tienen tacos que proporcionan mayor estabilidad en superficies resbaladizas, áreas empinadas, sueltas e irregulares. Existen modelos con tacos marcados, perfectos para terrenos muy técnicos y otros en los que los tacos no sobresalen tanto, para rutas normales.
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