El masaje cardíaco es una técnica de reanimación que se realiza cuando el corazón de una persona ha entrado en parada, es decir, no responde ni al tacto ni a la voz, no se mueve, no respira y el paciente está en peligro de muerte.
El masaje cardíaco consiste en compresiones torácicas externas para lograr expulsar la sangre del corazón y movilizarla hacia los diferentes tejidos. También se le conoce como Reanimación Cardiopulmonar o RCP y es punto esencial en cualquier formación de primeros auxilios.
La técnica de reanimación cardiopulmonar (RCP) puede ser de dos tipos:
- Básica: son técnicas iniciales y primordiales de reanimación que debería comprender toda la población, pues cualquiera puede hacerla.
- Avanzada: es la realizada por profesionales sanitarios al llegar al lugar de la emergencia, utilizando medicamentos específicos o instrumental avanzado para reanimar al paciente.
El masaje cardíaco está indicado en los siguientes casos:
- Cuando la parada cardiorrespiratoria no sea consecuencia de una enfermedad de carácter terminal.
- Cuando no existen señales indiscutibles de muerte biológica, como frialdad, rigidez o livideces (manchas de color rojo-violáceo).
- Cuando la parada cardiorrespiratoria no lleva más de diez minutos de evolución sin aplicar RCP básica, salvo casos específicos (ahogamiento, hipotermia o intoxicación farmacológica), debido a que en estas situaciones la tolerancia del cerebro a la isquemia (falta de suministro de sangre) puede ser mayor.
- En ausencia de seguridad absoluta de la condición del paciente o del tiempo de parada cardiorrespiratoria, en cuyo caso se inicia de inmediato el masaje cardíaco.
¿Para qué sirve el masaje cardíaco?
El masaje cardíaco es útil en muchas emergencias y puede salvar vidas, por ejemplo, ante un ataque cardíaco o un ahogamiento. Las posibilidades de sobrevivir de una persona que padece una parada cardiorrespiratoria aumentan un 70 por ciento si se acciona antes de que llegue el personal de emergencia.
El masaje cardíaco se realiza seguido a un paro cardíaco para retardar el deterioro de las funciones vitales y evitar lesiones en el cerebro, ayudando a recuperar la oxigenación y el flujo sanguíneo de los órganos vitales y de todo el cuerpo que se ve interrumpido de forma repentina.
¿Quién debe realizarlo y cómo debe efectuarse?
El masaje cardíaco básico puede ser realizado por cualquier persona con o sin conocimiento previo sobre técnicas de reanimación y RCP, posteriormente será el personal médico quien se encargará de la salud del paciente.
El masaje cardíaco sólo debe realizarse si la víctima no respira o lo hace de forma irregular. Se efectúa de la siguiente manera:
- Verificar la respiración, controlando si el pecho de la víctima se eleva naturalmente, así como acercar la oreja a la boca del paciente, para intentar escuchar ruidos de la respiración.
- El paciente debe estar boca arriba y sobre una superficie dura y estable.
- La persona encargada de la reanimación se ubica de rodillas, al lado del paciente, con los brazos de forma vertical, sin doblar los codos, para utilizar la fuerza de los hombros para la compresión.
- Coloca la palma de su mano encima del esternón del paciente y agarra esa mano con la otra, tirando de los dedos hacia atrás, entrelazados, para ejercer más presión.
- El masaje se aplica en el centro del pecho, es decir, el medio del esternón.
- Para determinar el punto indicado en el que realizan las presiones torácicas, se siguen las costillas flotantes hasta su unión con el esternón, al ubicar ese punto se calculan tres dedos en dirección a la cabeza, ese será el lugar preciso.
- Se debe comprimir el esternón, presionando entre 5 y 6 centímetros y realizar 30 compresiones torácicas con una frecuencia de 100 por minuto, es decir, casi 2 compresiones por segundo.
- Después de cada compresión hay que permitir que el tórax se expanda totalmente, destinando el mismo tiempo a la compresión y a la relajación.
Pasos para realizar un masaje cardíaco
El conjunto de acciones para efectuar el masaje cardíaco, permitiendo que una víctima que ha sufrido una parada cardiorrespiratoria sobreviva, se denomina cadena de supervivencia o de la vida y se resume en los siguientes pasos:
- Reconocer si el paciente ha sufrido una parada cardiorrespiratoria.
- Comprobar que la persona está consciente y si respira.
- Avisar al número de emergencias.
- Iniciar el masaje cardíaco o maniobras de RCP.
- Si es posible, solicitar a otra persona que localice el desfibrilador más cercano y seguir sus instrucciones para aplicar las descargas.
- Continuar con las maniobras de RCP hasta que llegue la ambulancia.
Consejos para realizar un masaje cardíaco
- Actuar con prontitud, antes de los primeros cuatro minutos de la parada cardiorrespiratoria, pero sin perder la calma.
- Elegir bien el lugar para realizar el masaje cardíaco y colocarse en una posición adecuada para aumentar su eficacia, disminuyendo lesiones en el paciente y garantizando el menor agotamiento del reanimador.
- El masaje cardíaco se realiza solamente con las manos.
- Los brazos del reanimador siempre deben permanecer extendidos para que el masaje sea eficaz.
- Dependiendo del lugar y la presencia de otras personas con conocimientos de primeros auxilios, se pueden emprender acciones complementarias; como la ventilación.
- Una sola mano es necesaria para la reanimación de un niño menor de 8 años y únicamente 2 dedos para un bebé.
- Hay que tener cuidado de no apoyar a los lados ni en la parte inferior del esternón del paciente.
- Se recomienda que las rodillas del reanimador se alejen unos centímetros del cuerpo del paciente para aprovechar mejor el propio peso corporal al momento de efectuar el masaje.
Los resultados del masaje cardíaco dependen de varios factores, entre ellos: la patología que origina la parada cardiorrespiratoria, el nivel de gravedad de la lesión y el tiempo transcurrido entre la parada y el inicio de la reanimación.
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