Lo bonito de este gran masaje es que se realiza en cuerpo completo sin la necesidad de darle la vuelta a la persona. Las técnicas de sujeción que se aprenden durante el curso proporcionan la soltura necesaria para poder sentar a nuestro cliente y que se sienta cómodo y seguro.
En Ayurveda nos basamos mucho en el aceite que utilizamos. La planta con la que medicamos el aceite es también muy importante y ayuda a transmitir energía de los pies a la cabeza.
Al finalizar el masaje tradicional abhyanga a cuatro manos, el cliente siente una sensación de paz y tranquilidad.
Este es uno de los masajes que más gusta entre las personas que lo reciben.
Ayurveda es otro mundo: es paz, armonía, amor, buenos aceites medicados y conocimiento de puntos marmas.
Carlos Romero Profesor del Curso de Masaje Ayurveda de ISED