La hidroterapia engloba múltiples técnicas curativas y de relajación, entre ellas el masaje acuático. Se trata de un masaje que se aplica en una piscina de agua templada, donde el cuerpo pierde su peso y los movimientos son más lentos y suaves, características que aprovecha esta técnica. Se trata de una de las aplicaciones más modernas y actuales de las terapias manuales, aunque se basa, simplemente, en la relajación muscular y mental a través del agua.
La flotabilidad relaja los músculos, por consiguiente es mucho más cómodo mover a la persona. El agua permite movimientos y torsiones del terapeuta en el paciente que fuera del agua serían imposibles y que tienen un gran efecto beneficioso para la columna vertebral.
Los beneficios curativos del masaje acuático son eficaces ante problemas de estrés, insomnio, falta de energía, trastornos musculares, óseos y de articulaciones, migraña y tensión.
Los beneficios psíquicos también son muy importantes, ya que proporciona calma y propicia la energía positiva.
El masaje en el agua se puede realizar en balnearios y Spas, y muchas veces se complementa con rehabilitación muscular y articular. En épocas estivales, también se puede realizar en piscinas exteriores y el sol y el calor se convierten en aliados para conseguir una completa relajación ya que ayudan mucho al sistema nervioso, al igual que la música ambiente, hasta algunos terapeutas colocan al paciente unos cascos con música relajante y eso nos ayuda a una mayor concentración en su propia relajación.
Este masaje está indicado para niños y mayores, sepan o no sepan nadar. Y está especialmente indicado para madres e hijos pequeños, ya que si la mamá aprende a relajar al hijo dentro del agua, se consigue mejorar mucho el vínculo entre madre e hijo.
Carlos Romero
Coordinador académico de ISED Asturias