Si recurres habitualmente a un especialista en quiromasaje para que trate tus dolencias físicas y te haga sentir mejor en términos de bienestar, seguro que, en alguna ocasión, has oído hablar acerca de la técnica Jones. Sin embargo, ¿sabes qué es exactamente? Aquí queremos explicártelo con todo lujo de detalles.
¿Qué es la técnica Jones?
La técnica Jones es, fundamentalmente, una técnica de masaje que se utiliza para tratar contracturas o pequeños dolores musculares. Si bien es cierto que se puede aplicar sin problema sobre cualquier tejido muscular del organismo, es especialmente útil en el caso de los trapecios y de la espalda en general.
El nombre de esta técnica tan útil para sanar las contracturas se debe a su creador, el Doctor L.H. Jones. Además, es muy fácil de aplicar, motivo por el que la inmensa mayoría de quiromasajistas la utilizan. Sin embargo, es necesario contar con un buen tacto en las manos para aplicarla de forma correcta.
¿En qué consiste la técnica Jones?
Si alguna vez te han aplicado esta técnica de quiromasaje, seguramente no hará falta que te la expliquemos. Pero, si no es así, no está de más que conozcas en qué consiste.
La técnica de Jones se fundamenta en la premisa de que, cuanto un músculo se sitúa en posición de acortamiento, es decir, reduce su tamaño longitudinal a su mínima expresión, pierde el reflejo de estiramiento y entra en un estado de ‘no dolor’, lo que permite al quiromasajista tratar las contracturas presentes en la zona sin que el paciente sufra.
Una vez realizada esta acción sobre el músculo afectado, el quiromasajista procede a apretar, utilizando sus propios dedos y de forma progresiva, la contractura. Poco a poco irá notando como esta se deshace como si se tratase de un cubito de hielo mientras el paciente apenas siente molestias. De hecho, esta es una de sus principales ventajas. Eso sí, si provoca mucho dolor, lo mejor es parar ya que puede que exista otro problema que no aparezca a simple vista.
Al comprimir el punto doloroso en el que tiene lugar la contractura, lo que se impide es la irrigación de la sangre en la zona. Esto es lo que se denomina, dentro del argot del quiromasaje, como compresión isquémica. El organismo, de forma instintiva, dilata las arterias que van hacia ese músculo y, al liberar de presión la zona, llega un mayor volumen de sangre, que es lo que deshace el problema.
Lo normal será que, para que la técnica de Jones sea efectiva, haya que realizarla varias veces. Sin embargo, cada vez que se aplica, el paciente se siente mejor y sufre menos molestias durante la siguiente sesión. En este sentido, para que el dolor no vuelva a aparecer, lo mejor es trabajar, también con maniobras de quiromasaje, un músculo antagonista, es decir, que posea una función contraria a aquella que tiene el músculo tratado.
Al hacerlo de este modo, la técnica Jones tiene una eficacia más que demostrada sobre contracturas en cualquier parte del cuerpo.
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