La estimulación podal se ha convertido en uno de los grandes recursos de los profesionales para tratar numerosas patologías aliviando los problemas de gran cantidad de pacientes.
Aquí queremos darte a conocer esta sencilla práctica sin dejar de lado los beneficios y contraindicaciones que pueda llegar a tener por si te interesa aplicarla en tu día a día.
¿Qué es la reflexología podal?
Los pies son zonas del cuerpo a las que no siempre se les presta la atención que realmente merecen. En concreto, tus pies están repletos de áreas que se conectan con otros muchos lugares de tu cuerpo que pueden estar teniendo problemas y que, precisamente, pueden encontrar alivios a través de ellos.
En esto se basa la reflexología podal, aunque también hay otras zonas del cuerpo que son estudiadas por esta disciplina como ocurre en el caso de las manos. Pero vamos a quedarnos con los pies. En la consulta de reflexología, el especialista hará un diagnóstico de tu estado de salud señalando dónde se encuentran tus problemas.
Hecho esto, localizará los puntos situados en tus pies que se conecten con esos lugares que están dañando tu salud diaria. Solo con esto podrá crear una serie de intervenciones que mejoren tu estado en un abrir y cerrar de ojos.
Estas intervenciones tomarán la forma de masajes en tus pies. El objetivo de este tipo de reflexología no es otro que el de estimular con presión las zonas que se conectan con el resto de tu organismo para que estas puedan mejorar su estado a lo largo del tratamiento.
Beneficios para la salud
Lo primero que debes tener en cuenta es que este tipo de práctica cuenta con una serie de beneficios que van mucho más allá de los físicos. Es decir, su práctica implica también grandes mejoras a nivel psicológico, algo que tiene que ser tenido en cuenta para que tu salud mejore.
Los dermatomas, esos puntos podales repletos de terminaciones nerviosas que entran en relación con otras partes de tu cuerpo, también están en relación con todo el sistema nervioso, por lo que vas a obtener grandes beneficios a nivel psicológico que te ayudarán mucho a lidiar con tus problemas de salud.
A grandes rasgos, hay una serie de beneficios que debes tener en cuenta como la reducción de la tensión muscular, un notable alivio del cansancio y la fatiga o una reducción del estrés que se hace patente casi desde la primera sesión.
Si estás pensando si existe alguna contraindicación para este tipo de tratamiento, tenemos que decirte que no. Lo cierto es que, si no tienes ninguna lesión en el pie que te evite poder recibir tratamiento, puedes ponerte en manos de reflexólogo con total tranquilidad.
En definitiva, la reflexología concentrada en los pies puede hacer que tu organismo cuente con una herramienta más con la que poder combatir una buena cantidad de problemas de salud relacionados con tu mente y tu cuerpo físico, por lo que deberías tenerla siempre como recurso.
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