Muchos de nuestros alumnos acuden a las clases de yoga por diferentes razones: para relajarse, para adelgazar, porque les duele la espalda…
El primer día agradecen el despertar del cuerpo, la sensibilidad con sus propias sensaciones internas al conectar con la respiración, el movimiento suave pero fortalecedor de las Asanas, la repetición de oraciones positivas… y al mes empiezan a engancharse a la Meditación.
Pero el yoga es algo más, es más que una terapia para relajarte o adelgazar, es una filosofía de vida.
Yoga, como su palabra indica, significa UNIÓN.
Unión consciente, entre cuerpo y mente, dicen algunas escuelas.
Unión con el Yo Interior, dicen otras.
Unión de CUERPO Mental, Emocional y Espiritual…
Yoga es UNIÓN, sin interpretaciones. EL TODO. La pertenencia al aquí y al ahora. EL YO SOY.
Y como tal, lo tratamos en la vida diaria porque su práctica salpica en la sonrisa al vendedor del pan, como persona que forma parte de mi vida o al agacharme flexionando rodillas y rotando suave mi pelvis, tratando al cuerpo como vehículo necesario en este plano, y respetándolo ante todas las cosas.
Por eso es interesante vivir en YOGA. Entrar en el Sendero significa quedarte para siempre y mantenerte en un constante movimiento, como el fluir del agua de las fuentes; el aprender para después compartir con tus más cercanos, creando así un flujo de energías que entre unos y otros va creciendo y salpicando a aquellos que incluso desconocen nuestra Filosofía.
Tú decides si deseas adentrarte en el sendero, nosotros somos tus guías, cualquier avance dependerá sólo de ti y los beneficios, un disfrute continuado. ¿Te apuntas?