Cada vez son más personas que utilizan las ventosas. Su origen es desconocido ya que nadie puede precisar de dónde provienen exactamente. Los chinos dicen que de China, los tailandeses de Tailandia y cuando me preguntan a mí, digo que son gallegas ya que mi padre ya las usaba durante la guerra civil española.
Las ventosas son muy utilizadas a nivel muscular, liberación facial, relajan el sistema nervioso, puntos de dolor o puntos marmas como los de masaje ayurveda. Existen varios tipos de ventosas: de fuego, de plástico con pera de presión, de aspirado con pistola,…
Este artículo se centra en el uso de las ventosas para combatir la celulitis pero hay que destacar que su utilidad es muy diversa. Es recomendable que este tratamiento se realice con moderación y mucho cuidado. Cuando se utilizan las ventosas con un buen aceite preparado para la piel los resultados son mucho más positivos y aportan luminosidad en la piel. Con un buen masaje posterior a su aplicación, ayudamos a eliminar y fortalecer todo lo trabajado con la ventosa.
Siempre hay que avisar a quien las utilice ya que dejan marcas que duran entre dos y tres días, pero lo más sorprendente es que todo el mundo repite. Eso sí, todo va en relación de la calidad de la piel y las toxinas acumuladas en el cuerpo.
También es importante conocer las contraindicaciones, pero esto ya os lo explicará vuestro profesor de ISED.