La epicondilitis, conocida popularmente como “codo de tenista” es un trastorno muscular que provoca la inflamación en esta zona produciendo rigidez, hinchazón y dolor en las articulaciones.
Este tipo de tendinitis es muy conocida en el mundo del deporte, sobre todo en el tenis y el golf, ya que afecta a los jugadores que usan sus brazos con frecuencia en movimientos repetitivos. Sin embargo, también puede afectar a otros profesionales, como jardineros, pintores, mecánicos, cocineros, fontaneros, carniceros o personas que pasan mucho tiempo frente al ordenador. La epicondilitis puede aparecer a cualquier edad.
En que consiste la patología
La epicondilitis es una inflamación que se produce en la unión de los músculos extensores de la muñeca. El dolor se irradia desde abajo hacia arriba del brazo y hacia el lado externo del antebrazo, afectando a los músculos y tendones de esta zona del brazo.
Síntomas
Además de dolor agudo en la zona, también puede producirse debilidad en la muñeca, que impide realizar tareas habituales, como levantar una taza de café, torcer una toalla mojada o girar el pomo de la puerta. Los síntomas más frecuentes son:
- Dolor e hinchazón. Algunas personas sienten dolor en la mañana cuando se despiertan.
- Dolor en el antebrazo, especialmente cuando se extiende la muñeca.
- Dificultades para hacer movimientos con la muñeca.
- Dolor al levantar objetos o escribir en el teclado del ordenador.
Tratamiento del codo de tenista
Existen dos fases para tratar la patología:
Primera fase: descanso y aplicación de hielo
En el primer momento es necesario el reposo y evitar realizar movimientos repetitivos que causen dolor en la zona. El descanso es esencial para permitir que el tejido dañado se repare solo.
Para controlar la hinchazón se recomienda aplicar hielo sobre la zona, ya que es el analgésico más eficaz, siempre que se aplique dentro de las 24-48 horas posteriores a la aparición del edema. El hielo se debe colocar sobre el antebrazo durante 15 minutos varias veces al día. Para controlar la inflamación también es muy eficaz levantar el brazo por encima del pecho.
Segunda fase: masaje deportivo
Tan pronto como el dolor agudo comience a disminuir es imprescindible realizar un masaje deportivo.
El masaje y la fisioterapia sobre el brazo afectado son esenciales para su curación. Se recomienda acudir a un profesional suficientemente cualificado. En ese caso el fisioterapeuta es el especialista más indicado, ya que conoce en profundidad el funcionamiento de los músculos y las articulaciones, lo que le permite realizar un masaje eficaz en la zona afectada. A través del masaje se calienta el tejido muscular, reduciendo la contractura y aumentando la circulación sanguínea en músculos y tendones.
El masaje no solo alivia el dolor sino que también acelera la recuperación de la tendinitis. El tratamiento se completa con técnicas de fisioterapia y ejercicios concretos con el brazo hasta restaurar por completo su movilidad y flexibilidad. Además, también se suelen aplicar sobre la zona aceites esenciales y rubefacientes que contribuyen a reducir la inflamación y a acelerar la curación.