¿Has oído hablar del masaje de vibración? Es una técnica increíble que aporta muchos beneficios a la salud y al bienestar de quien la recibe. Sin embargo, se trata de una técnica de masaje bastante compleja, por lo que muchos masajistas inexpertos no la practican o bien utilizan en su lugar aparatos eléctricos vibratorios.
¿En qué consiste el masaje de vibración?
La mayor dificultad de esta técnica reside en que, para conseguir efectos deseados en quien la recibe, se necesita alcanzar una frecuencia de vibración correcta. Y esto es algo que solo masajistas con preparación adecuada pueden conseguir. Incluso para trabajar con aparatos vibratorios más modernos es absolutamente necesario poseer ciertos conocimientos en la materia y tener una mínima experiencia obtenida bajo tutela de un profesional.
Beneficios del masaje de vibración
Esta técnica ejerce un impacto muy positivo sobre todo el aparato neuromuscular, puesto que durante el proceso de vibración los músculos de quien recibe el masaje “trabajan”, pero no acumulan ácido láctico y no dan lugar a agujetas. Por otro lado, el movimiento vibratorio facilita la relajación, alivia el estrés y el dolor, ayuda a perder peso, elimina la fatiga, baja la tensión arterial, fortalece el sistema nervioso y hace desaparecer contracturas musculares. En general, la técnica de masaje por vibración afecta positivamente a todo el organismo, tanto las zonas externas del cuerpo como su interior. Y es que el masaje vibratorio es una manera muy eficaz de alcanzar los tejidos más profundos y los órganos internos con el fin de estimularlos, favorecer su revitalización y mejorar su funcionamiento.
Cómo se realiza el masaje vibratorio
El masaje de vibración manual consiste en presionar la zona trabajada con movimientos oscilatorios de máxima frecuencia, realizados con las puntas de uno, dos o todos los dedos, mientras que en caso de grupos musculares grandes, esta técnica se lleva a cabo con el puño o la palma de la mano. En ocasiones se puede añadir más presión sobre el área de trabajo ayudando con la otra mano. El masaje de vibración manual puede ser continuo y discontinuo. El primero consiste en distintos movimientos oscilatorios que el dedo o la mano del masajista realizan sin apartarse de la zona tratada. A su vez, la vibración discontinua ocurre cuando la mano o el dedo del masajista se apartan periódicamente del área de trabajo.
El masaje de vibración con los dedos se realiza habitualmente siguiendo la ruta de las terminaciones nerviosas. En este caso el masajista utiliza la punta de uno o dos dedos colocados en perpendicular a la zona tratada (formando un ángulo de 90º con ella) o en horizontal. Esta técnica de masaje también se puede ejecutar con las puntas de todos los dedos juntos haciendo un círculo, o bien con las puntas del dedo índice y el pulgar en ángulo obtuso. En cualquier caso, la posición de las manos, así como la amplitud, la frecuencia y la duración del masaje de vibración depende de su objetivo y de la zona donde éste se aplica. Cabe resaltar que esta técnica provoca una fatiga considerable en los brazos del masajista, por lo que en ocasiones y en circunstancias específicas, el masaje manual se sustituye por el uso de aparatos vibratorios.
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