Un buen masaje puede ayudar a aliviar la tensión, relajar los músculos e incluso a dormir mejor, pero no hay un solo tipo de masaje. Existen diferentes técnicas que ayudarán a las personas en diferentes áreas del cuerpo y también a aliviar afecciones de salud o situaciones de estrés. Tal es el caso del masaje con piedras calientes que son aplicados en un spa y es uno de los tratamientos más populares de los últimos años.
Este tipo de masaje, también llamado “Terapia Geotermal” tiene su origen en antiguas técnicas de masaje orientales y se basa en el conocimiento de los centros o puntos energéticos del cuerpo a través de los cuales fluye la energía. Según estas disciplinas, si alguien padece de una enfermedad o malestar, es debido a que la energía no circula en el organismo de forma correcta y esto suele estar relacionado al bloqueo o mal funcionamiento de alguno de esos centros energéticos.
¿Cuáles son los beneficios de un masaje con piedras calientes?
El masaje con piedras calientes es una técnica terapéutica que consiste en aplicar piedras de origen volcánico, procedentes de la tierra, de la naturaleza, que actuarán activando los puntos energéticos y haciendo que la energía fluya, aliviando a la vez un determinado malestar.
Los beneficios del masaje con piedras calientes van mucho más allá de la simple sensación de bienestar y se pueden destacar la siguiente manera:
- Reducción y alivio del dolor mediante la acción directa que se ejerce sobre los puntos encargados de transmitir la sensación de dolor a los receptores nerviosos que nos hacen ser conscientes del mismo.
- A causa de la temperatura de las piedras (aproximadamente 50º) se produce una eliminación de toxinas con la sudoración.
- También se produce una mejora del sistema circulatorio debido a la diferencia de temperatura de las piedras que puede ir de los 8º a los 50º y además que la acción del masaje, esta combinación hace que la circulación se active.
- Reduce los dolores crónicos de tipo muscular y óseo mejorando el funcionamiento general del organismo.
- Debido a la terapia de calor, este masaje ayuda a aliviar el dolor ocasionado por la fibromialgia y la artritis después de recibir una terapia de al menos un mes.
- Permiten relajar y armonizar cuerpo, mente y espíritu, reduciendo considerablemente los niveles de estrés y ansiedad.
- Ayuda a olvidar el caos por el que pueda estar pasando una persona y ayuda a concentrarse en el momento y en lo que está pasando con el cuerpo de quien presente un determinado malestar.
- A nivel estético tiene efectos de mejora del aspecto de la piel ya que revitaliza, oxigena e ilumina la piel.
¿Cómo se realiza un masaje con piedras calientes?
Debe investigarse en profundidad cualquier tratamiento al que vaya a ser sometido una persona, dado que no todos conocen las técnicas y los procedimientos del masaje con piedras calientes. No todos conocen las técnicas adecuadas, en cuanto a masajes con piedras calientes se refiere. Por ello, se debe asegurar que el proceso que se realiza sea de la mano de profesionales con experiencia en el área. Así se evitan consecuencias graves, como quemaduras o empeoramiento de las lesiones.
Existen distintas técnicas de terapia con piedras y siguiendo la tradición celta y romana, la geoterapia mineral es una manera de utilizar el poder de la naturaleza para nutrir, curar y equilibrar. En esta práctica no solamente se siente el calor sanador de las piedras, sino que también se experimenta el efecto de los minerales y es que el vapor en combinación con el masaje que se realiza y el poder magnético que transmiten las piedras, aporta energía, oxigena la piel, revitaliza y relaja.
Lo que debe hacer el masajista para realizar el masaje con piedras calientes es:
- Preparar el ambiente. En una camilla se coloca una toalla o una sábana limpia para que el cliente se sienta más cómodo y confiado. También se pueden encender velas aromáticas suaves y poner música relajante, esto con el fin de mantener un ambiente de relajación total.
- Calentar las piedras. Se puede usar una olla gruesa o una sartén de paredes altas para calentar agua a una temperatura de 50 °C; una vez que esté caliente, sumerge las piedras. Se debe hacer al menos media hora antes de la sesión y se usa un termómetro para controlar la elevación de la temperatura. Luego, se secan y se untan con aceites esenciales que faciliten la realización de los masajes.
- Colocar las piedras. Se coloca una hilera de piedras grandes sobre el lugar en el que el cliente apoyará la columna. Se cubren con otra sábana y el cliente se recuesta sobre ellas. Lo ideal es que el cliente se sienta muy cómodo en ese momento.
Se recomienda empezar el masaje por el rostro y se colocan tres piedras sobre las zonas de acupresión, es decir: frente, mentón y mejillas. Estas piedras no se deben untar con aceite esencial, así se evita que se cierren los poros. Posteriormente se ponen una o dos piedras a ambos lados de la clavícula, dos grandes en el esternón y dos medianas en cada una de las manos. Con la ayuda de una piedra del tamaño de la mano, se masajea suavemente el resto del cuerpo. Por último, el cliente debe darse vuelta. El masajista retira las piedras que estaban sobre la camilla y ahora coloca unas sobre las escápulas, otras en la parte superior de las rótulas y entre los dedos de los pies. Vuelve a masajear y cuando sea necesario, cambia las piedras para evitar que se enfríen.
Los masajes con piedras resultan ideales para que el cuerpo vuelva a sentirse recargado, incluyendo el cambio que proporcionan a nuestra vida, no solo se notará internamente, sino que también será visible para otros por sus extraordinarios resultados.
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