Las farmacias son establecimientos en los que se presta atención a la salud de forma permanente, por lo que revisten gran importancia en la sociedad.
En las farmacias se dispensan y comercializan las medicinas aprobadas por las autoridades competentes, se preparan fármacos recetados por profesionales de la salud y se realizan y aclaran consultas básicas.
Hoy en día el sector farmacéutico está en auge y en firme renovación. Las farmacias han dejado atrás el modelo tradicional, basado en dispensar, para transformarse en espacios de atención integral, orientados al cliente-paciente, en los que se complementa la venta y el expendio, con información y orientación experta, así como numerosos servicios que otorgan el valor añadido, demandado por un público cada vez más preocupado por cuidarse y sentirse bien.
Requisitos para trabajar en farmacias
El desempeño en una farmacia va más allá de la función de elaborar o dispensar los medicamentos, labor que ejecutan los farmacéuticos y conlleva una gran responsabilidad, sino que requiere de ciertas habilidades relacionadas con la atención al cliente-paciente y las ventas.
El desarrollo de la profesión en el sector farmacéutico ha evolucionado de forma permanente a medida que ha ido cambiando la medicina, el conocimiento, la ciencia y el comercio. En la actualidad las farmacias son establecimientos vitales para la colectividad, lo que ha convertido al personal que labora en ellas, en agentes de la salud, por lo que deben adaptarse a los nuevos tiempos y estar preparados para las exigentes y constantes demandas expuestas en las farmacias.
Para trabajar en el sector farmacéutico se solicita, en términos generales, los siguientes requisitos:
- Titulación de especialización en algún área específica, relacionada de forma directa con la farmacia: título de Técnico en Farmacia y Parafarmacia.
- Contar con años de experiencia.
- Disponibilidad para laborar de lunes a viernes, incluyendo fines de semana y días festivos.
- Dominio de idiomas.
- Capacidad para la atención al público.
Aptitudes a tener en cuenta
El personal que labora en una farmacia ante todo debe ser agradable, comprensivo y de trato cordial para trabajar de cara al público. Son muchas las personas con las que deben interactuar diariamente, brindando su ayuda para ubicar medicinas, explicar cómo tomarlas o dar consejos sobre su uso correcto.
Otras habilidades con las que deben contar los trabajadores de una farmacia son:
- Amabilidad.
- Sensibilidad.
- Capacidad para redactar informes.
- Interés por la ciencia y el área sanitaria.
- Habilidad para seguir procedimientos de laboratorio.
- Orden y responsabilidad en el trabajo.
- Habilidades numéricas e informáticas.
- Precisos y con excelente atención al detalle.
- Con destrezas para trabajar en equipo.
- Tener capacidad comunicativa, capaces de escuchar, explicarse con claridad y dar consejos concisos.
- Respetuosos ante la confidencialidad del paciente-cliente.
- Capaces de calmar y tranquilizar a los usuarios.
Perfil necesario para trabajar en este sector
Para trabajar en un establecimiento farmacéutico se requiere contar con el siguiente perfil:
- Conocimientos científicos.
- Una perspectiva exhaustiva y metódica del trabajo.
- Poner atención a los detalles, especialmente al momento de la preparación de recetas y medicamentos.
- Habilidades de comunicación para explicarse con claridad, para atender de forma correcta al cliente-paciente y brindarle información útil y consejos sobre medicamentos y temas de salud en general.
- La capacidad de tranquilizar a los clientes, pues algunos pueden llegar a la farmacia, inquietos o confundidos.
- Estar al día sobre los nuevos avances en medicamentos.
- Mantenerse actualizados sobre aspectos jurídicos, relacionados al abuso o mal uso de algunos productos farmacéuticos.
- El tacto y la discreción.
Funciones principales a ejercer en farmacias
En los establecimientos farmacéuticos existen tres roles profesionales primordiales con funciones bien diferenciadas:
Farmacéutico: tiene la responsabilidad de dispensar, adquirir y salvaguardar los medicamentos. Preparación de recetas magistrales y fórmulas oficinales, es decir, los medicamentos que se elaboran para pacientes específicos que requieren determinadas prescripciones.
Técnico en farmacia y parafarmacia: se encarga de la asistencia al cliente-paciente en los establecimientos farmacéuticos, promoviendo en ellos hábitos saludables y obteniendo indicadores de su estado de salud: peso, talla, tensión arterial y frecuencia cardíaca. Manejo adecuado de los medicamentos y el expendio no sólo de los productos farmacéuticos sino los de parafarmacia que pueden incluir medicinas, así como cosméticos o mercancía relacionada con la alimentación.
Auxiliar de farmacia y parafarmacia: tiene como principales funciones asistir al farmacéutico en la preparación y suministro de medicinas, atender a los clientes-pacientes, considerando sus consultas y brindando consejos y recomendaciones, almacenar en forma adecuada los medicamentos, siguiendo las normas de conservación, mantener un registro de las medicinas de control y las sustancias tóxicas, tomando en cuenta las normas establecidas al respecto, además de tener a su cargo las tareas administrativas, organizativas y de mantenimiento de las zonas de trabajo.
El personal de la farmacia tiene en común las siguientes funciones:
- Elaboración de medicamentos, fórmulas y productos de parafarmacia (salud, belleza y bienestar).
- Atender al cliente-paciente: interpretar las recetas, suministrar los medicamentos, asesorar y recomendar productos.
- Promover en los clientes hábitos saludables.
- Obtener indicadores del estado de salud del cliente-paciente: peso, talla, tensión arterial, frecuencia cardíaca, entre otros.
- Ejecutar tareas administrativas.
- Realizar controles analíticos.
- Mantener un registro de las medicinas de control y las sustancias tóxicas, tomando en cuenta las normas establecidas al respecto.
- Mantener en excelentes condiciones las zonas de trabajo: cuidar especialmente la zona de despacho de medicinas, sistematizar y controlar la limpieza del lugar de almacenaje y, especialmente, mantener el orden y la higiene del laboratorio e instrumentos farmacéuticos.
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