La inversión en el sector inmobiliario puede significar una opción de negocio rentable para quien está presto a hacerle frente a los retos constantes del mercado. Para ello, se deben seguir algunas gestiones fundamentales que permitirán alcanzar el éxito.
- Formación profesional. El triunfo de un negocio inmobiliario está estrechamente relacionado con la adecuada formación y las herramientas disponibles.
- Investigación del mercado. Requiere identificar un segmento específico y potenciales competidores, para crear un plan de negocios firme y tomar decisiones fundamentadas.
- Crear un plan de negocios. Elaborar un documento que detalle las prioridades, objetivos y aspectos a desarrollar para concretar un exitoso negocio inmobiliario, incluyendo la fase de creación de la empresa, planificación financiera, estudio de mercado y clientes potenciales.
- Desarrollar un sitio web. Debe contar con buen posicionamiento, contenido y la información completa, productos y servicios que el público objetivo pueda requerir.
- Diseñar una estrategia de marketing digital. Su objetivo es la interacción con usuarios interesados en el segmento, ofrecer productos, generar valor agregado y lograr la lealtad del cliente. Permite captar usuarios y llegar a los potenciales.
Ventajas de abrir una franquicia en este sector
- Reducción considerable de riesgo, por ser la franquicia un negocio con base sólida.
- Comercialización a través de la experiencia de una marca reconocida.
- Trabajar en red, permitiendo la apertura a mayor número de contactos.
- Incrementar la confianza de los clientes.
- Herramientas de gestión.
- Asesoramiento y formación constante.
- Gran visibilidad, online y en publicidad en medios tradicionales desde el inicio.
- Soporte y servicios (consultoría jurídica y fiscal).
- Posibilidad de compartir la base de inmuebles con otras oficinas de la franquicia.
¿Qué deberías tener en cuenta?
Existen aspectos que se deben considerar y analizar antes de abrir una agencia inmobiliaria, para evitar ejercer la actividad fuera de la normativa jurídica, distanciarse del propósito de formar un “negocio” y, a corto o mediano plazo, alta probabilidad de que la empresa desaparezca. Se agrupan en:
- Requisitos fiscales y jurídicos.
- Aspectos comerciales, de estructura y servicios.
Requisitos fiscales y jurídicos
En España, emprender en el campo del sector inmobiliario no requiere de ningún trámite específico. Sin embargo, puede solicitarse algún recaudo adicional, dependiendo del lugar en el que se ubique la agencia. De forma general y en caso que se considere funcionar como empresa, se requiere:
Creación de la sociedad:
- Solicitud del nombre en el Registro Mercantil.
- Abrir una cuenta bancaria con el nombre de la sociedad que se está constituyendo. Los socios pueden ser nacionales o extranjeros. Cada accionista debe ingresar en la cuenta el importe por el que vaya a participar en el capital. El capital mínimo es de 3 mil euros.
- Solicitud de un número de identificación fiscal provisional, con el cual se podrá operar ante Hacienda.
- Formalizar la escritura pública ante notario.
- Liquidar el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados.
- Inscribir la escritura formalizada en el Registro Mercantil de la provincia.
- Solicitar el Código de Identificación Fiscal (CIF) definitivo y alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE).
- Local o espacio físico en el que se va a ejercer la actividad: debe contar con licencia de obras y licencia de apertura.
- Obligaciones laborales: el manejo de personal implica requisitos para garantizar la salud laboral de los trabajadores:
- Informe de riesgos laborales (antes de abrir la oficina), realizado por alguna de las empresas que operan en el sector de la prevención.
- Solicitud de alta en el Registro de Autónomos, inscripción de la empresa en la Seguridad Social y tramitar el alta de todo el personal contratado.
Otros requisitos:
- Contratar un seguro de responsabilidad civil, que permita la cobertura de los daños que puedan sufrir terceras personas en el ejercicio de la actividad profesional e instruir al personal en este aspecto.
- La actividad de bienes raíces es una de las afectadas por las leyes de prevención del blanqueo de capitales, al respecto, la empresa deberá tener un representante ante los organismos oficiales, elaborar un manual y adiestrar al personal.
Aspectos comerciales, de estructura y servicios
- Mercado. Se refiere a la necesidad de realizar un análisis previo del sector inmobiliario para conocerlo a fondo. Su capacidad, volumen de transacciones que se realizan al año, porcentaje de obras nuevas y de segunda mano. Sus características: tipo de transacciones más comunes: venta o alquiler, residencial o comercial, propiedades en venta, precio medio y condiciones, entre otras.
- Competencia. Es necesario conocer bien a los competidores para definir estrategias y tácticas más eficaces, además es una herramienta de aprendizaje y evaluación constante para la empresa. Quiénes son, ubicación, servicios que ofrecen, fortalezas y debilidades, valor añadido que ofrecen al cliente.
- Modelo de negocio. Se refiere al tipo de negocio que se va a desarrollar, dependiendo de los objetivos trazados. Trabajar de forma independiente, desarrollar una pequeña agencia unipersonal, contratar un pequeño equipo de agentes o crear una industria inmobiliaria.
- Plan de viabilidad económica y financiera del proyecto. Requiere la elaboración de un plan de inversión inicial, con una estimación detallada de los recursos económicos necesarios a corto y mediano plazo. Posteriormente, es necesario elaborar una estimación de ingresos y gastos, por lo menos para el primer año.
- Local y estructura necesaria. El local debe estar ubicado en planta, de ser posible en zona comercial, con tránsito de personas y ser un espacio amplio.
- Servicios. Es la propuesta de valor que se va a ofrecer al cliente final: compradores y vendedores (asesoría jurídica, servicio postventa); así como la que se va a brindar a los clientes internos: agentes inmobiliarios (formación y entrenamiento, apoyo de marketing).
- Plan de acción. Abarca la creación de un cronograma de actividades para la apertura y puesta en marcha del proyecto que deberá revisarse de forma periódica.
Recomendaciones generales para la apertura
- Liderar un equipo que esté a la altura de los retos por enfrentar.
- Establecer contactos y alianzas estratégicas que garanticen el crecimiento y expansión del negocio.
- Abrirse a la era digital y usar herramientas tecnológicas novedosas y eficaces para promocionar el negocio.
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