La inestabilidad política junto con la crisis económica, sanitaria y laboral han puesto a todo el país en estado de stand-by. A consecuencia de este complejo escenario multifactorial, en 2020 la compra venta de la vivienda en España ha bajado un 18 %, lo que supone una mayor caída en los últimos 11 años.
Se prevé que esta tendencia a la baja continuará en 2021, aunque el precio de la vivienda, especialmente en el sector de segunda mano, también bajará respecto al año anterior. El inicio de la recuperación del mercado inmobiliario en España está previsto para el año 2022.
Evolución de operaciones en 2021: preferencias de los compradores
El estado de alarma prolongado y el teletrabajo forzoso han repercutido en las preferencias de los compradores de vivienda. El reciente sondeo refleja que tres de cada cuatro españoles están dispuestos a adquirir una casa unifamiliar o un chalet antes que un piso. Además, para un 65 % de estos compradores su residencia habitual debería situarse en las afueras de la ciudad y contar con una terraza o jardín. Muchos de ellos también destacan la importancia de tener zonas de estudio y trabajo, ya que en un futuro próximo esperan desempeñar sus tareas laborales desde casa y no de forma presencial en la oficina. La necesidad de contar con amplias zonas exteriores también tendrá una relevancia especial a la hora de invertir en una segunda vivienda para el 70 % de los compradores españoles. Al mismo tiempo, un 50 % de ellos reconocen que, debido a la inestabilidad laboral y a la pérdida del poder adquisitivo, han tenido que reducir su presupuesto en un 15 % o más. Por otro lado, los bancos han endurecido sus condiciones para conceder préstamos hipotecarios, intentando así blindarse contra posibles impagos y una creciente tasa de morosidad. Con todo este panorama, tan solo un 3,5 % de los españoles tienen prevista la adquisición de una nueva vivienda en 2021.
Sectores con mayor evolución en 2021
El mercado inmobiliario de 2021 estará marcado por una bajada de precios en el sector de segunda mano que, según las previsiones, rondará entre un 10 % y un 18 %, con mayores descensos en las áreas más afectadas por la crisis hotelera y turística. Estas cifras junto con el hecho de que muchos vendedores necesitan liquidez urgentemente (entre ellos, los herederos de viviendas usadas y los parados de larga duración), indican que el año 2021 será un buen momento para buscar oportunidades.
En cambio, el sector de la vivienda nueva gozará de muy buena salud y seguirá resistiendo a la bajada de precios. Esto se debe principalmente a dos cosas. Por un lado, hay más demanda que oferta de obra nueva debido a que el ritmo de la construcción en 2020 se ha ralentizado por causas sanitarias. En segundo lugar, el cambio en las preferencias del comprador, que ahora busca una ubicación periférica (antes penalizada) y más metros cuadrados junto con terrazas, jardines y zonas comunes, hace que la vivienda nueva gane frente a la usada.
Otro sector en pleno auge, en gran parte debido al teletrabajo y a las restricciones sanitarias impuestas en áreas urbanas, es la vivienda rural. En los últimos 6 meses su demanda ha crecido en un 30 % y todo indica que en 2021 esta tendencia seguirá al alza, ya que el paro, el estrés y la calidad de vida hacen que cada vez más urbanitas decidan alejarse de las ciudades para vivir en el campo.
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