Cuando las personas se someten a una alta tensión emocional debida a un acontecimiento doloroso (accidente, fallecimiento, enfermedad grave, etc…) sufren un desequilibrio psíquico que les causa ansiedad.
La ansiedad es una emoción desagradable que se manifiesta como nerviosismo, taquicardia, incremento de la frecuencia respiratoria, temblor, etc. Cuando una persona se somete a una situación de tensión puede reaccionar con más o menos ansiedad según su personalidad y la manera de interpretar o evaluar esa situación.
De hecho, cuando el impacto de la situación es muy grave, la persona suele sufrir desorden y confusión mental, trastornos emocionales, físicos y de comportamiento. Es en estos momentos cuando es habitual que aparezcan los mecanismos de defensa mentales que nos ayudan a disminuir el sufrimiento y la ansiedad. Estos mecanismos se suelen a través de la negación de la realidad, de reprimir o guardarse para uno mismo los sentimientos negativos, entre otros.
Para poder superar una crisis es imprescindible afrontar los acontecimientos de manera realista, hablar de lo sucedido y buscar apoyo en familiares, grupos de personas que han pasado por lo mismo o profesionales.
El técnico en emergencias sanitarias tiene un papel muy importante en el apoyo psicológico de las personas que han sufrido una crisis o emergencia, ya que actúa justo momentos después del suceso y trabaja para intentar mitigar el dolor psicológico de la persona creado por la situación vivida, para tranquilizar a la persona, restablecer su equilibrio emocional y dar apoyo psicosocial.