El metabolismo son los cambios químicos que ocurren en las células del cuerpo, al transformar las sustancias nutritivas de los alimentos en la energía que se requiere para vivir. Todos los procesos y las funciones fisiológicas requieren energía, desde respirar y moverse, hasta pensar y crecer.
Al ingerir los alimentos el sistema digestivo entra en acción y usa enzimas (moléculas) para convertirlos en unidades más pequeñas: las proteínas en aminoácidos, las grasas en ácidos grasos y los hidratos de carbono en azúcares simples (glucosa) que son utilizados por el cuerpo como fuentes de energía.
Estos compuestos son absorbidos por la sangre que los lleva a las células, una vez allí, otras enzimas trabajan para regular las reacciones químicas que metabolizan estos compuestos, cuya energía, en forma de calorías, se puede liberar para ser usada por el organismo o almacenarse en los tejidos corporales, principalmente, en el hígado, músculos o grasa corporal.
¿Para qué sirve acelerar el metabolismo?
El metabolismo puede ser lento o acelerado, en función de la velocidad a la que una persona quema energía (calorías), estando en reposo.
Un metabolismo acelerado tiene mayor gasto energético y pierde calorías más rápido que un metabolismo lento, lo que favorece la disminución de la grasa corporal y la pérdida de peso.
Este proceso puede depender de factores como el tamaño corporal, la edad, el sexo, la actividad física y los hábitos alimenticios, entre otros.
Alimentos que aceleran el metabolismo
- Cereales integrales: los carbohidratos son una fuente importante de energía, por lo que deben estar presentes en la dieta, pero su versión integral: trigo, avena, arroz, maíz, es mucho más recomendable a la hora de quemar grasa, pues el cuerpo utiliza el doble de energía al digerirlos que al consumir cereales refinados. Además dan sensación de llenura y son ricos en nutrientes como el zinc, magnesio, vitamina E, B6 y fibra.
- Carne magra y pescado: son ricos en proteínas que estimulan la activación del metabolismo en su digestión y consumen mucha energía: pechuga de pavo, pollo, conejo, lomo de res o de cerdo. Los huevos, por su alto contenido proteínico, también se incluyen en este grupo, así como el pescado (sardinas y salmón) que además contiene ácidos grasos como el omega 3.
- Lácteos bajos en grasa: la leche contiene proteínas que aceleran el metabolismo; además los lácteos descremados tienen pocas calorías y aportan vitamina D y calcio.
- Té verde y café: son antioxidantes y tienen propiedades adelgazantes.
- Lentejas: aporta la cantidad necesaria de hierro al día, un mineral indispensable para el funcionamiento normal del cuerpo.
- Alimentos picantes: existen condimentos como el curry, el pimiento rojo, el chile o ají y la pimienta que contienen capsaicina, un quemador de grasas natural que acelera el metabolismo.
- Frutas: son consideradas adelgazantes. Contribuyen a saciar el hambre y la sed, por su alto contenido de agua: sandía y melón. Las frutas cítricas son potentes antioxidantes, con bajo nivel de azúcar y alto contenido en vitamina C, lo que las convierte en un poderoso alimento “quema grasa”, así como aquellas con alto contenido de pectina que tiene un efecto depurativo: manzanas, limones, naranjas, arándanos, uvas, entre otras.
Recomendaciones
Además de los alimentos adecuados, existen ciertos factores que pueden contribuir a acelerar el metabolismo:
- Hacer ejercicios: la actividad física ayuda a crear masa muscular y quemar calorías, por lo que acelera el metabolismo. Se recomienda incluir en la rutina física el entrenamiento de fuerza, como levantar pesas.
- Beber suficiente agua durante el día: el cuerpo requiere agua para quemar calorías y si hay deshidratación el metabolismo se hace más lento.
- Dormir por lo menos 8 horas: es durante las horas de sueño que el cuerpo se regenera.
- Reducir el estrés: mantenerse bajo estrés produce desequilibrio hormonal y el organismo comienza a fabricar más cortisol, provocando un constante estado de alarma que hace que el cuerpo acumule grasa por considerar que puede estar en peligro y requerir más calorías.
- Ingerir suficientes vitaminas del complejo B: tienen un papel importante en la tasa metabólica: vitamina B1 o tiamina, B2 o riboflavina y la B6 o piridoxina.
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