El organismo de los animales está sometido a cambios que están en relación directa con los ciclos de la naturaleza. Cada estación exige que el organismo ponga en marcha mecanismos de adaptación a las diferentes condiciones y esto puede suponer un estrés, sobre todo en individuos predispuestos. A esto se añade el diferente estilo de vida al que sometemos a nuestras mascotas en diferentes periodos del año que coinciden con vacaciones, viajes, desplazamientos y cambios de rutina.
Veamos cómo afecta a los animales los cambios de ambiente, clima y hábitos con la llegada del frío. Hombres y animales estamos sometidos a cambios que tienen relación directa con los normales ciclos de la naturaleza. Así los cambios de temperatura y de horas de luz del día, pueden incidir de forma importante en los normales mecanismos fisiológicos del organismo.
El invierno, se sabe, es la época de los resfriados. Esto vale también en los animales que pueden sufrir el frío y padecer sus consecuencias, sobre todo si pertenecen a categorías de riesgo, como cachorros, perros ancianos o enfermos. Lo ideal sería proteger estos animales con jerséis, abriguitos o chubasqueros. Sobre todo, los perros de raza pequeña sufren más por el frío y se deben vigilar con más atención. Si te formas con el Curso de Auxiliar de Clínica Veterinaria podrás impartir una importante labor educativa respecto al cuidado del perro en épocas de frío a los clientes que visiten la clínica.
El frío favorece la aparición de resfriados y tos que, sin cuidados, pueden empeorar y llevar a una neumonía. Los síntomas de resfriado más habituales son la agitación del animal, el tiritar, la aparición de mucosidad y tos. Cuidaremos el animal con reposo, calor, una buena hidratación y, en los casos más graves, lo ayudaremos con un antiinflamatorio específico que nos recetará el veterinario. Es muy importante no suministrar a los animales fármacos antiinflamatorios de uso humano, que son perjudiciales para su salud. El uso del antibiotico se admite solo en el caso que el resfriado, que tiene un origen vírico, se complicase con una infección bacteriana. En todos los casos es el veterinario el que podrá aconsejarnos mejor en cada caso.
Otro problema muy frecuente en invierno es que se agudicen problemas de artrosis y osteoarticulares en general. Es importante en estos casos seguir los consejos y las terapias que proponga el veterinario junto con el auxiliar de veterinaria, aunque no se debe dejar el ejercicio. En perros que sufren estos problemas es importante no dejar de salir a pasear, aunque a ritmos que se adapten a la situación del animal. Acompañando estos consejos a una buena dieta, el animal no aumentará de peso, cosa que empeoraría el problema. Se intentará salir en las horas menos frías del día, protegiendo el animal con un jersey o un abrigo.
Artículo completo publicado en la revista Perros y Compañía nº 190.