Uno de cada tres accidentes infantiles se producen en verano, básicamente por culpa de distracciones. De los dos a los cuatro años los niños presentan más riesgo de ahogamiento, atragantamientos o quemaduras. Los alumnos del curso de Auxiliar de Pediatría de ISED se forman en primeros auxilios para dar una respuesta inmediata si trabajan en dispensarios sanitarios en pueblos costeros durante los meses veraniegos. Además, la figura del auxiliar de pediatría tiene un importante papel educativo, trasladando a los padres que la precaución es la mejor arma contra los accidentes.
¿Cómo prevenir quemaduras solares en niños?
Durante la etapa infantil deben establecerse hábitos saludables de protección solar y prevención del cáncer de piel, quemaduras solares y otras lesiones, como las oculares debido a un mal uso de gafas sin la protección suficiente.
Se recomienda el uso de gafas y ropa protectora durante toda la exposición solar y utilizar un fotoprotector máximo durante los primeros 18 años de vida, dado que está demostrado que su uso puede reducir hasta en un 78% el riesgo de cáncer cutáneo. Como más claro sea el color de piel del niño, más precaución debe tenerse.
¿Cómo evitar golpes de calor en niños?
La hidratación y la alimentación son esenciales para evitar deshidratación, calambres musculares, agotamiento y golpes de calor, que en bebés hasta puede provocar la muerte. Los alumnos del curso de auxiliar pediátrico saben que durante los meses de calor es aconsejable aumentar el consumo de agua, aún más si se practica algún deporte al aire libre. Se debe beber agua con frecuencia, antes de tener sed y ofrecer a los más pequeños agua, aunque no la pidan, sobre todo si son bebés.
Vestir a los niños con ropa clara y ligera ayuda a no sentir tanto el calor, y nunca se deben dejar durmiendo dentro de un coche o sitio cerrado para evitar un golpe de calor.
Las altas temperaturas también invitan a comer frutas frescas cortadas que venden en puestos ambulantes o zumos. Para prevenir intoxicaciones o infecciones intestinales es aconsejable tomar solo productos recién preparados y refrigerados, y evitar comidas que tengan huevo o se deterioren con facilidad. Es importante el uso de neveras de playa para evitar que la comida se estropee con la exposición al sol y las altas temperaturas.
¿Cómo prevenir las picaduras en niños?
Existen múltiples repelentes para aplicar en la piel y la ropa. Asimismo, evitar ir descalzos, no vestir con colores brillantes y llamativos, y evitar el uso de colonias u otros cosméticos de olor intenso reduce el riesgo de sufrir picaduras de insectos.
En verano también son muy frecuentes las picaduras de medusa, que producen lesiones pruriginosas y dan sensación de quemazón. Tras la picadura, los padres deben acercar a su hijo a un punto de socorro de la playa. En caso de ser una playa sin vigilancia o sufrir la picadura en un barco, se recomienda como primera actuación lavar la herida con agua salada sin frotar, o bien hacerlo con suero fisiológico si se tiene a mano. Después proceder a retirar los restos de la medusa que usualmente quedan pegados a la piel.
Los conocimientos en primeros auxilios aseguran al perfil de auxiliar en pediatría un lugar de confianza al lado de los pediatras y equipos sanitarios de salvamento durante las épocas estivales.