En zoología y psicología, el instinto canino se define como la conducta innata y no aprendida que se transmite genéticamente entre los seres vivos de la misma especie y que les hace responder de una misma forma ante una serie de estímulos. Por lo general, estos comportamientos suponen modelos de respuestas a un estímulo determinado y, con frecuencia, son patrones característicos de alimentación, apareamiento, relaciones y expresión de agresividad.
Estos modelos de comportamiento en cada especie se desarrollan y depuran bajo la influencia de las fuerzas de la selección natural en el proceso de la evolución. Los comportamientos instintivos son muy importantes ya que facilitan la adaptación del animal a su medio ecológico particular.
Definición: relación constante de un organismo frente a un estímulo, implica base genética; es decir, forma innata-heredada de comportamiento provocadas por un estímulo específico. En el instinto no existe ningún aprendizaje y se trata de un tipo de comportamiento natural que no necesita aprenderse, como:
- Instinto maternal: la perra que prepara la cama o cubil para parir, lamerse las mamas impregnándolas de feromonas, lamer y cortar el cordón umbilical del cachorro, el cachorro que localiza por el olfato los pezones impregnados de feromonas.
- Instinto gregario: el perro es un mamífero social por naturaleza.
- Instinto seguidor: el seguidor está contento cuando el miembro alfa hace que el resto de la manada se sienta a salvo.
- Instinto sexual: ya en la etapa de cachorro se pueden observar algunas conductas lúdicas que tienen como base el instinto de monta.
- Instinto de rastreo y venteo: necesidad de buscar alimentos llevando el hocico al suelo o levantándolo para captar moléculas en el aire.
- Instinto jerárquico: los perros se estructuran en escalas jerárquicas más o menos complejas.
- Instinto de caza: persiguiendo lo que se mueve.
- Instinto de presa: se trata de sujetar y matar a la víctima para arrastrarla y comérsela en un lugar seguro.
- Instinto de juego: instinto para mantener contacto físico con los miembros de la manada.
- Instinto de lucha: un instinto para luchar sería una motivación interna que dirija al perro hacia una situación potencialmente perjudicial. Pero incluso en la agresión social los enfrentamientos ritualistas no físicos son mucho más comunes que las luchas físicas perjudiciales.
- Instinto de defensa: ante la amenaza y ante la posibilidad de huir.
- Instinto de huida: en situaciones de miedo, inseguridad o amenaza intensa.
- Instinto de girar en círculo antes de echarse: los perros suelen dar muchas vueltas antes de echarse.
- Instinto de guarda: protección, este comportamiento que se desarrolla a una edad más avanzada.
- Instinto territorial o de territorialidad: defensa del territorio, la caza se realiza sobre un territorio o cazadero interior.
- Instinto de agresión: para K. Lorenz la agresión es claramente un instinto y, concretamente, uno de los cuatro instintos superiores, siendo los tres restantes hambre, sexo y miedo.
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