En mi caso desde pequeño he podido vivirlo y sentirlo por lo que, a raíz de esa experiencia, me planteé cómo ayudar a otras personas a través de ellos. Este es el momento en el que veo la necesidad de una formación adecuada porque sólo con el afecto hacia los animales y las personas no es suficiente.
Desde hace siglos los animales nos acompañan. En la Antigua Grecia, por ejemplo, eran usados en la mejora de ciertas dolencias. En 1953, Levinson evaluó los beneficios de estas interacciones, siendo el precursor de la terapia asistida con animales como la conocemos hoy en día.
Los estudios de Fine (2005) o Cusack (2003) han demostrado que la interacción con perros disminuye el estrés, la hipertensión arterial o la soledad.
Pero, ¿realmente sabemos qué es?
Primero, lo adecuado sería hablar de Intervenciones Asistida con Animales (IAA) que es la forma genérica de hablar de actuaciones en las cuales participa un animal y que actúa como puente entre el guía del animal y el usuario.
Concretamente, con IAA hablamos de “conjunto de intervenciones realizadas en diferentes ámbitos destinados a un colectivo social en las que participa un animal como elemento diferenciador y en las cuales se pueden cumplir objetivos terapéuticos o no.”
Por lo tanto, podemos distinguir entre:
- Terapia Asistida con Animales (TAA): se trata de una intervención terapéutica en la cual ha de participar un/os profesionales del ámbito terapéutico concreto (fisioterapia, psicología, medicina…). Es necesario contar con la planificación de un programa terapéutico estructurado, así como un seguimiento, registro y evaluación de los resultados, y por supuesto, la participación controlada de un animal que recoja los criterios necesarios y específicos para llevar a cabo dicha intervención.
- Educación Asistida con Animales (EAA): Es necesario cumplir con los requisitos anteriormente expuestos, a diferencia del profesional que participa, que en este caso al ser una intervención educativa los profesional/es han de ser del ámbito educativo.
- Actividad Asistida con Animales (AAA): Aunque estas actuaciones no requieren de los criterios expuestos anteriormente, es necesario contar con una formación previa y un entrenamiento específico del animal.
En definitiva, no toda actuación es una terapia y en programas terapéuticos o educativos necesitamos la participación de un profesional específico. Lo adecuado es tener una buena formación y crear equipos multidisciplinares que aseguren una calidad al servicio a ofrecer.
Actualmente, la Terapia Asistida con Animales es una de las profesiones más en auge.
Si te gustan los animales y ayudar a las personas, quizá hayas encontrado tu vocación como terapeuta. En Ised te formamos como Técnico en Intervención Asistida con Animales, la matrícula para este curso está abierta, ¡ahora es tu momento! 😉