La medicina tradicional china considera todo el cuerpo como una unidad global e indivisible, donde todas sus partes y funciones están interrelacionadas, de modo que se coordinan mutuamente en el desarrollo de las actividades fisiológicas normales y se afectan mutuamente en el camino de la patología. Cabe destacar que la medicina tradicional china no reconoce una separación estricta entre los aspectos materiales y los no materiales del ser humano: materia, mente, energía y espíritu están interrelacionados y siempre se ven como una unidad (se tratan juntos).
También la medicina tradicional china considera que existe correspondencia entre lo interno y lo externo, entre una parte y todo el conjunto o, en otras palabras, entre el cuerpo (ser humano) y su entorno (cosmos), que se influencian y reflejan mutuamente. Por esta razón cuando queremos tratar una patología tenemos en cuenta esta perspectiva y tratamos al paciente como un todo, global e indivisible, donde todas y cada uno de sus signos clínicos y síntomas son tomados en cuenta.
Por ejemplo, cuando lo que aqueja al paciente es una patología psicoemocional, como puede ser una fobia, tendremos en cuenta el estado global del consultante. En este caso concreto veremos como la energía de su riñón y de su bazo se encuentran en desequilibrio. En la medicina tradicional china el riñón es el órgano que alberga el miedo, pero la fobia no es un miedo racional por eso trataremos también al bazo, que es el órgano del pensamiento lógico. Si trabajásemos solo el miedo, el consultante tendría una leve mejoría pero no completa. Debemos encontrar el razonamiento que hace nuestro subconsciente ante un miedo no lógico ni racional y sacarlo a la luz para que la persona racionalice la situación con una energía equilibrada (riñón junto a bazo, trabajando juntos).