Muchas son las personas que se dedican a trabajar las zonas reflejas de los pies, pero son muy pocas las que le dan un empuje mayor teniendo en cuenta la forma del pie. En ISED después de años de experiencia trabajado con diferentes tipos de pies hemos observado que la forma de estos tiene una relación directa con la persona o el problema que pueda estar teniendo, ya sea estreñimiento, tensión nerviosa, dolor menstrual o un largo etc.
Un ejemplo son las personas con dedos en martillo. Estas acostumbran a ser nerviosas, suelen tener cambios de humor y son muy sensibles. Nuestro trabajo de reflexología podal será prudente y lento. Simplemente con ver esos dedos sabremos que los senos nasales sufren y los dolores de cabeza son frecuentes y unilaterales. Nuestro trabajo enseguida dará buenos resultados.
Las personas con juanetes suelen tener alteraciones nerviosas pero no duraderas, cambios de humor repentinos pero que se les pasa enseguida. Nuestro trabajo en suprarrenales, hipófisis y plexo solar será muy interesante.
Luego podemos encontrarnos con pies equinos, planos, clavos, talos, etc. Pero estos mejor se explican en los seminarios de reflexología podal que realizamos en ISED Asturias.
En India, Tailandia y otros países orientales se da mucha importancia a la forma del pie. Pero yo, personalmente, donde más me fijó es en nuestro primer dedo, el gordito. Este dice más cosas que ninguno. En los países orientales se suele decir que los pies son los reflejos de la vida diaria.
Sabiendo que el pie humano está diseñado para soportar nuestro cuerpo, muchas veces con sobrepeso, malas pisadas y calzado inadecuado, observo como profesional de la reflexología podal que pocas personas decidan a sus pies un cuidado igual que a la cara. ¿Será por esto que los llevamos más tapados? ¿Para que no los vea nadie? Más adelante escribiré alguna maceración de plantas que dará a los pies más belleza, relajación y, sobre todo, eliminará tensión a otras partes del cuerpo.
Recordar que los dolores continuados hay que analizarlos con un buen profesional, ya sea médico, podólogo o traumatólogo. Estos son los únicos que pueden diagnosticar un problema en el pie. Nosotros, a través de la reflexología ayudaremos de una forma diferente al paciente, pero esta nunca suple la función de un médico, simplemente complementa.