Una hernia discal es una rotura del disco intervertrebral. El dolor lumbar es uno de los síntomas más evidentes de esta enfermedad. El dolor irradia hacia la pierna o el brazo y se ve incrementado con los esfuerzos y la tos. Otro de los síntomas es la pérdida de fuerza del paciente y la aparición de contracturas musculares, además del hormigueo en piernas y brazos.
En el tratamiento osteopático de la hernia discal la anamnesis es una de las partes principales que el osteópata debe llevar a cabo. La anamnesis tiene como objetivo principal verificar el estado de la musculatura, el movimiento articular de las vértebras y la afectación que provoca la hernia discal en los nervios, sobre todo en el ciático. Para ello, el osteópata realiza pruebas neurológicas, articulares y musculares.
El tejido blando es otro de los centro de interés para el osteópata antes de iniciar el tratamiento. La batería lumbo-pélvica es una de las zonas más importantes ya que es donde se encuentran acortamiento musculares, retracciones ligamentosas e inflamaciones articulares.
El tratamiento osteopático deberá normalizar las palas iliacas y el sacro para lograr estabilidad en el apoyo de las vértebras lumbares y normalizar la zona lumbar sin forzar las articulaciones.
Todo este proceso y las técnicas manuales a llevar a cabo se aprenden en el Curso de Osteopatía de ISED que se imparte en Bilbao, Madrid, Oviedo, Pamplona y Zaragoza. Este curso te especializa como osteópata y amplía tus competencias profesionales para realizar un tratamiento adecuado a tus pacientes.