Los bebés a ciertos estímulos sensoriales tienen una respuesta inmediata, estereotipada e involuntaria, esto se conoce como reflejos primitivos o basales los cuales son una parte normal de la conducta motora del recién nacido. Estos reflejos tienen una función vital para la supervivencia y el desarrollo psicomotor de los neonatos, gracias a que por medio de ellos pueden adaptarse más fácilmente a su entorno, comer e incluso protegerse.
Identificación de Reflejos Basales en Recién Nacidos
Los reflejos basales aparecen en la segunda mitad del embarazo y permanecen en los primeros meses de vida hasta que desaparecen luego del primer año de vida. Para evaluarlos se estimulan zonas corporales específicas como la planta del pie o la mejilla.
Tanto la clasificación y/o el marco de aparición y desaparición de esta respuesta motora son variables dependiendo del autor. Para Alfredo García-Alix Pérez, pediatra y neonatólogo español, estos reflejos se dividen en reflejos táctiles (reacciones provocadas por la estimulación de la piel o de una mucosa, en un área corporal determinada) y reflejos posturales (desencadenados por la estimulación de los receptores en el aparato vestibular -parte del oído interno que se encarga de regular el equilibrio y orientación espacial- por el movimiento de la cabeza).
Los reflejos basales más comunes en los bebés son los siguientes:
- Reflejo de succión: ocurre cuando se toca la boca del bebé y este comienza a succionar. Su tiempo de actuación es alrededor de tres meses de edad, este reflejo permite que el recién nacido se alimente.
- Reflejo de búsqueda: se produce cuando se pasa un dedo por la mejilla del bebé y este se orienta hacia el lado del estímulo. Su tiempo de desaparición suele ser alrededor de los cuatro meses de edad.
- Reflejo de prensión: cuando se pone un dedo en la palma de la mano del bebé, éste lo agarra con fuerza. Desaparece hasta el desarrollo de la función manual, que puede ser entre los 4-11 meses de edad.
- Reflejo de marcha automática: ocurre al sostener el bebé en posición vertical y con los pies apoyados en el piso o superficie dura, entonces como respuesta realiza movimiento de paso con las piernas. Desaparece entre los 2 y 4 meses de edad.
- Reflejo plantar o de Babinski: cuando se roza o toca la parte lateral de la planta del pie completa, el bebé extiende el dedo gordo y se separan en abanico los otros dedos. Aproximadamente desaparece entre los 9 y los 12 meses de edad.
- Reflejo de Galant: se produce cuando se frota de manera ligera a lo largo de un lado de la columna del bebé y entonces la columna se curva hacia ese lado. Normalmente desaparece a los 4 meses de edad.
- Reflejo de moro: ocurre cuando el bebé se sobresalta por un ruido fuerte o movimiento estrepitoso, en respuesta el bebé echa la cabeza hacia atrás, extiende los brazos y las piernas, abre las manos, las cierra y coloca nuevamente los brazos y piernas en posición original, también puede llorar. Desaparece alrededor de los 4 meses de edad.
- Reflejo tónico del cuello: ocurre cuando se gira la cabeza del bebé hacia un lado y éste estira el brazo y pierna de ese lado, mientras que el brazo y pierna opuesta los flexiona. Suele desaparecer entre los 5 y 7 meses de edad.
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Test para Evaluar Problemas en Reflejos Basales
La evaluación de los reflejos basales la debe realizar un profesional sanitario, el cual está capacitado para comprobar mediante la palpación y observación de la respuesta a los estímulos si hay alguna alteración neurológica, sensorial o motora que comprometa el crecimiento o desarrollo del bebé.
Hay diversos test que se utilizan para evaluar los reflejos primarios, estos tienen el mismo nombre que el de los reflejos, como el de Moro, el de Babinski o el de succión. Al evaluar se califica la respuesta dependiendo de la intensidad de la misma, la cual puede ser normal, disminuida o aumentada.
Importancia de Corregir Problemas de Reflejos en Bebés
Una alteración en los reflejos puede ser indicador de infecciones, hemorragias o lesiones cerebrales o de algún problema en el sistema nervioso central, periférico o autónomo. Aunque al momento de evaluar hay que considerar que el estrés, el hambre o la temperatura pueden alterar los resultados. Una forma de estimular los reflejos de los niños es con el contacto físico, el juego y la atención a las necesidades de estos.
Cuando hay alguna anomalía de este tipo se puede comprometer el equilibrio, habla, postura, aprendizaje, coordinación, entre otros, del bebé. La importancia de corregir los problemas de reflejos basales en bebé radica en la relevancia de estos para que el recién nacido pueda madurar y adquirir habilidades más complejas, por lo que es vital diagnosticar, reconocer y corregir cualquier alteración, y mientras más temprano mejor para mejorar el pronóstico. Por ejemplo, puede usarse la información de los reflejos como base para el tratamiento del daño neurológico.
Reflejos y Desarrollo Psicomotor Infantil
La presencia, ausencia, intensidad, su reaparición o persistencia en el tiempo de estos reflejos primitivos o basales indican el funcionamiento del sistema nervioso central, pudiendo significar alguna disfunción grave en este o ser un signo de inmadurez neurológica. Por esto, se utilizan los reflejos para diagnosticar de manera precoz alguna alteración neuromotora o un problema en el desarrollo psicomotor infantil.
Los reflejos ayudan al bebé no solo a adaptarse a su entorno, sino que prepara su sistema nervioso para las habilidades motrices que poco a poco va a ir alcanzando. De hecho, los reflejos van cambiando o desapareciendo naturalmente cuando el niño aprende a tener más control voluntario de su cuerpo y movimientos, es decir se va desarrollando.
Tratamiento Osteopático para Mejorar Reflejos Basales
La osteopatía es un tipo de terapia manual que ayuda a restaurar el equilibrio del cuerpo mediante distintas manipulaciones a tejidos blandos, articulaciones y órganos. Para mejorar los reflejos basales el tratamiento osteopático es útil para liberar tensiones o alteraciones que pueden afectar en el sistema nervioso y además estimula el desarrollo psicomotor de los bebés.
Un osteópata cualificado puede contribuir a mejorar los reflejos basales por medio de estimulaciones a los nervios craneales, los encargados de transmitir la información sensorial al cerebro, y de esta forma ayudar a que la comunicación entre el sistema nervioso central y el periférico sea más efectiva, aumentando la sensibilidad y mejorando los reflejos. Además, la osteopatía favorece a la salud de forma general. Si te interesa ampliar tus conocimientos en está área y tienes la vocación que se necesita para ayudar a mejorar la salud de los niños te recomendamos nuestro curso de Osteopatía Pediátrica ISED.